Internacional

La ONU contradice su Agenda 2030 y publica un informe sobre la necesidad de comer carne

Son cientas las veces en las que la ONU ha defendido reducir el consumo de carne en pro del planeta. Sin embargo, con este informe reflejan que no se creen su propio cuento y sí recomiendan la dieta carnívora

  • Imagen de los objetivos de desarrollo sostenible. -

La ONU presume allá dónde va de su Agenda 2030. Parece que es su gran orgullo. Y entre otras cosas, están muy concienciados con la necesidad de cambiar de la alimentación que hemos seguido hasta ahora, con carne como uno de las comidas principales, a una basada únicamente en vegetales, para "luchar contra la contaminación". Sin embargo, han publicado un informe de lo más paradójico, que deja ver que realmente ni ellos mismos creen en el discurso del vegetarianismo.

Se trata del estudio 'Contribución de los alimentos de origen animal terrestre a una dieta sana para mejorar la nutrición y la salud' ('Contribution of terrestrial animal source food to healthy diets for improved nutrition and health outcomes' en inglés, idioma original) realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y en él defienden la necesidad de comer carne, huevos y leche como fuente fundamental de nutrientes, muy complicados de conseguir en alimentos de origen vegetal.

Son varias las ocasiones en las que desde el organismo internacional, comprometido con la Agenda 2030, ha defendido la necesidad de reducir el consumo de carne por su "impacto destructivo en el planeta" y por su perjuicio para la salud.

"Debido a la descomposición de materia orgánica, la ganadería es una de las principales fuentes de emisión de metano, un gas de efecto invernadero relativamente potente que contribuye al calentamiento global. Para hacerse una idea de su alcance basta imaginar que, si las vacas formaran un país, sería el tercero en emisiones de gases de efecto invernadero", cuentan en la presentación de uno de sus tantos informes en los que 'alertan' del supuesto peligro de comer carne. Y otros tantos se han publicado sobre cómo la alimentación carnívora perjudica la salud de las personas. Sin embargo, ahora, en este informe realizado por expertos y científicos, cambian su mensaje y sí recomiendan la alimentación carnívora.

Los científicos de la ONU reniegan de la Agenda 2030

El estudio defiende la necesidad de consumir alimentos de origen animal, especialmente carne, leche y huevos, siendo especialmente importantes durante el embarazo, el periodo de lactancia, la infancia, la adolescencia y la vejez.

"Diversos alimentos derivados de los sistemas de producción ganadera, incluidos los sistemas de pastoreo y pastoreo, y de la caza de animales salvajes, proporcionan proteínas de alta calidad, ácidos grasos importantes y diversas vitaminas y minerales, lo que contribuye a una dieta saludable para mejorar la nutrición y la salud", se lee en la presentación del citado informe.

Según cuentan en el estudio, se trata del más completo y está basado en "datos y evidencias de más de 500 artículos científicos y unos 250 documentos normativos".

Más allá de la importancia para la alimentación, el estudio también defiende el consumo de productos de origen animal por su positivo impacto en el ecosistema, contradiciendo el discurso de la Agenda 2030 que defienden en la ONU: "Una producción ganadera bien integrada aumenta la resiliencia de los sistemas agrícolas en pequeña escala. La ganadería también proporciona otros servicios ecosistémicos importantes en la gestión del paisaje, proporciona energía y ayuda a mejorar la fertilidad del suelo. Los ecosistemas de pastizales o pastizales ocupan alrededor del 40% del área terrestre del mundo. Los ganaderos crían animales de pastoreo para transformar la vegetación de los pastizales en alimento", reza la introducción.

Para tratar de justificar el discurso de que hay que reducir drásticamente el consumo de carne y no irse de la línea de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en el propio informe desarrollan que "si se consumen como parte de una dieta adecuada, los alimentos de origen animal pueden ayudar a alcanzar las metas de nutrición aprobadas por la Asamblea Mundial de la Salud y los ODS".

En esta línea, para seguir cumpliendo con lo que se espera de ellos, recuerdan que "el consumo de carne roja procesada —incluso en cantidades bajas— puede aumentar el riesgo de mortalidad y enfermedades crónicas, como las enfermedades cardiovasculares y el cáncer colorrectal". "Mientras tanto, no hay evidencias concluyentes de la relación entre el consumo de leche en adultos sanos y enfermedades como las cardiopatías coronarias, los accidentes cerebrovasculares y la hipertensión. Tampoco existen evidencias significativas del vínculo entre el consumo de huevos y aves de corral y dichas enfermedades", añaden.

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