Aproximadamente la mitad de todas las mujeres mayores de 50 años tendrá una fractura de cadera, de muñeca o de vértebras a lo largo de su vida. En este sentido, cuidar la salud de los huesos y prevenir la osteoporis es clave para preservar la calidad de vida a partir de la etapa de la menopausia.
Mientras que el calcio y la vitamina D se llevan todo el protagonismo en materia de prevención, resulta que los últimos estudios científicos también sugieren la vitamina K como suplemento para prevenir las enfermedades óseas…
Concretamente, una serie de 19 estudios que incluyeron a más de 6.000 participantes en el trabajo encontraron una mejora significativa en la densidad mineral ósea de la columna vertebral de aquellas personas que ingirieron una mayor cantidad de vitamina K.
La vitamina K se encuentra, principalmente, en los vegetales de hoja verde, como la espinaca, la acelga, la col rizada y el brócoli. Frutas como el kiwi, el aguacate o las uvas también la contienen en forma de vitamina K1. Por otra parte, tiene presencia en el pescado, la carne de res, los huevos y los cereales.
En cuanto a otros beneficios para el organismo, mejorar el funcionamiento hepático, reducir el excesivo flujo menstrual y evitar las hemorragias internas y externas, así como las molestias estomacales son algunas de las funciones de esta vitamina.
Los pacientes oncológicos también se beneficias de los alimentos ricos en vitamina K, al igual que aquellos que sufren una presión arterial alta.
Por otra parte, la memoria, la motricidad, la concentración y en definitiva, un buen funcionamiento cerebral se debe en parte al consumo de vitamina K, que favorece un cerebro sano al mismo tiempo que mejora la visión y la salud ocular.
Una amplia variedad de ventajas para la salud que son fáciles de incrementar a base ensaladas, los zumos, sopas y otras alternativas culinarias que te ayudarán a mejorar tu salud este verano.