O Movistar compra la Champions League, o sufrirá la deserción de una buena parte de sus abonados. Con esta frase, Javier Tebas ha entrado en la guerra que mantienen desde hace varias semanas Telefónica y Mediapro por los derechos audiovisuales de la Champions League y ha lanzado un guiño a la empresa catalana, a quien adjudicó "a dedo" el pasado junio la explotación en el extranjero de los partidos de la Liga BBVA y con quien comparte la polémica sociedad Spanish Soccer Internationial Marketing AIE.
El problema es que el argumento esgrimido por Tebas tiene doble filo, puesto que, si la compañía presidida por César Alierta finalmente no retransmite esta competición, Jaume Roures no recuperará la inversión realizada en la adquisición de este producto, mientras que los cinco clubes españoles participantes se meterán en problemas con sus patrocinadores y anunciantes, toda vez que sus mensajes llegarán a una audiencia mucho más limitada.
Pero aún hay más, puesto que si Telefónica se enfrenta a un éxodo de sus abonados por no poder ofrecer la Liga de Campeones, la LFP sufrirá consecuencias directas, puesto que Movistar+ ofrece en exclusiva la Liga Adelante y, en ese caso, sus partidos registrarían una menor audiencia. No conviene olvidar que en este torneo participan 22 de los 42 clubes de esta asociación deportiva, entre los que se encuentran equipos de ciudades como Zaragoza, Palma de Mallorca, Valladolid, Oviedo, Almería, Santa Cruz de Tenerife o Pamplona. De ahí que la postura de Tebas pueda interpretarse poco menos que como pegarse un tiro en el pie.
Si Movistar pierde abonados, se resentirá la audiencia de la Liga Adelante, lo que perjudicará a la LFP de Tebas
Vozpópuli ha preguntado a la Liga de Fútbol Profesional sobre las consecuencias deportivas y económicas que conlleva para los equipos españoles que participan en la Champions League el enquistamiento de la negociación entre Telefónica y Mediapro, pero sus fuentes oficiales se han negado a pronunciarse sobre este asunto. Sólo han incidido en que si no hay acuerdo, será la teleco la más perjudicada, puesto que las experiencias anteriores en la televisión de pago demuestran que quien ha tenido el fútbol ha sido tradicionalmente el que se ha llevado el gato al agua. ¿Qué opina la UEFA sobre la escasa difusión que tendrá su competición más importante en España? De momento, prefiere guardar silencio sobre este asunto, según trasladan a este medio sus fuentes oficiales.
Un baile de cifras
A pocos días de que se juegue la segunda jornada de la fase de grupos de la Copa de Europa, las posturas entre Telefónica y Mediapro están alejadas. Jaume Roures ha asegurado que hace un mes le trasladó a la contraparte tres ofertas diferentes y aún no ha recibido respuesta. Movistar no las ha aceptado porque considera que la cantidad que tendría que pagar es desorbitada. No obstante, su director general en Cataluña, Kim Faura, ha reconocido hace unas horas que el acuerdo conviene a ambas partes y, por tanto, tiene confianza en que finalmente cristalizar.
El empresario catalán afirma que si cediera ante las pretensiones de Movistar y abaratara estos derechos audiovisuales incumpliría la normativa de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). "Competencia no te permite, por filosofía, pactar condiciones distintas por un mismo contenido para evitar que los pequeños (operadores) sufran condiciones peores", apuntan fuentes oficiales de la productora audiovisual.
Ahora bien, lo cierto es que Mediapro perderá dinero si no consigue colocar al principal operador del mercado BeIn Sports, el canal en el que se retransmite en exclusiva la Liga de Campeones. Desde luego, no sería la mejor noticia para los socios de una compañía que hace unos meses tuvo que afrontar la refinanciación de 150 millones de euros de su pasivo.
Ningún aficionado español puede acceder a todas las competiciones de fútbol a través de una sola plataforma de pago
Los problemas para la afición
Entretanto, los más de 3 millones de abonados de Movistar Plus continúan sin poder ver los partidos de la Champions League y ningún aficionado español puede acceder a todas las competiciones a través de una sola plataforma de televisión de pago.
A esto se suma el que una buena parte de las 120.000 personas que optaron por contratar el canal de televisión por internet en el que Roures ofrece la Liga de Campeones, TotalChannel, tuvo problemas para ver los encuentros de la primera jornada de la fase de grupos, o directamente no pudo recibirlos por diversos problemas técnicos derivados de la mala planificación de Mediapro.
En definitiva, o Telefónica y Mediapro pactan pronto la cesión de estos derechos o la edición 2015/2016 del torneo más importante del fútbol europeo será la que menos difusión tenga en los últimos años.