El paseíllo de Pedro Sánchez por Paiporta este domingo, 3 de noviembre, fue de apenas unas decenas de metros y en cuando pudo, se fue. La imagen que dejó el socialista es la de un presidente cobarde, que quedó aún más en ridículo por el comportamiento antagónico al suyo de los reyes de España, Felipe VI y Letizia, que aguantaron el chaparrón de barro y trataron de excusarse, de escuchar la rabia del pueblo y de dejar una impronta en el sitio al que fueron. No obstante, lo de Sánchez no ha pasado desapercibido tampoco para la prensa internacional.
'CNN' explica: “Felipe se mantuvo tranquilo y bajó su paraguas para escuchar a la gente, mientras la policía intentaba controlar a los reunidos. La reina Letizia también habló con los residentes furiosos y parecía visiblemente afectada, sosteniendo su cabeza entre las manos”.
En el caso de la 'BBC': “Felipe VI decidió permanecer en la zona hablando con los afectados, lo que generó no solo insultos sino también agradecimientos a su visita por haberse acercado a reconfortar a las víctimas”.
El corresponsal de 'The Wall Street Journal': "El rey de España intenta calmar a la multitud enojada en Paiporta, una ciudad de la región de Valencia afectada por las inundaciones. Se enfrenta al barro y al lanzamiento de piedras para hablar con la gente mientras el presidente Sánchez y otros políticos parecen haber sido evacuados".
Mientras tanto, la cadena pública española, RTVE, destaca que la lluvia de piedras, barro e insultos fue para recibir a los reyes y Carlos Mazón. Ni menciona al presidente, cuando el socialista era en realidad el centro de casi todas las críticas.