La prensa española es un artefacto sentimental y botafumeiro que al pendular sobre nuestras cabezas nos sumerge en una riada infantiloide, progre y tribal

El reparto de las acreditaciones especiales de prensa para asistir a la coronación del príncipe de Asturias trae de cabeza a los periodistas de todos los medios desde hace varios días. Este miércoles las colas en el Senado reflejaban la mala organización a tres bandas que están llevando Zarzuela, Moncloa y el Congreso. "Vaya vergüenza, esto es tercermundista!", criticaba esta mañana un corresponsal británico.