Corren malos tiempos para el sector de los medios de comunicación. Tal es así que la caída de los ingresos de los grandes grupos anticipa una oleada de despidos en las redacciones. Editorial Prensa Ibérica ha trasladado hace unas horas a los representantes de los trabajadores de Diario de Ibiza y de Diario de Mallorca su intención de presentar sendos expedientes de regulación de empleo en estos diarios, ante la mala situación económica que atraviesan.
Javier Moll fue uno de los primeros editores que recurrió a los ajustes temporales del empleo (ERTEs) tras la declaración del estado de alarma. De hecho, los ajustes que planteó en El Periódico de Catalunya provocó una airada reacción de los sindicatos de su plantilla, tal y como publicó este diario, dado que implicaban fuertes recortes salariales.
El editor parece que también será uno de los primeros en reducir la plantilla de sus medios de comunicación, pues la empresa ya ha avanzado su intención de negociar EREs en sus periódicos de baleares.
En el caso del Diario de Mallorca no ha ofrecido datos acerca de la profundidad del recorte de personal, pero en la cabecera ibicenca pretende incluir en el expediente al 30% de su plantilla, conformada por alrededor de medio centenar de trabajadores, según detallan los mismos informantes.
En las reuniones que han mantenido con los sindicatos, los representantes de la empresa han trasladado su intención de reducir costes en todos los periódicos del grupo.
El grupo afectado
Editorial Prensa Ibérica dispone de más de una veintena de periódicos en varias comunidades autónomas. Desde 2018 también forma parte del grupo El Periódico, después de que Moll completara la adquisición del Grupo Zeta a la familia Asensio. En esta operación, el comprador se benefició de una quita de deuda de casi 70 millones de euros.
Sea como sea, Moll no será el único empresario mediático que reducirá su plantilla en las próximas semanas. Sin ir más lejos, Unidad Editorial anunciaba este jueves su intención de presentar un ERE sobre las 30 personas que componen sus delegaciones del diario El Mundo.
Estos centros de trabajo se encuentran en Cataluña, País Vasco, Baleares, Valencia y Alicante; y durante los últimos años han sufrido diferentes recortes, ante la mala situación del negocio.
Las causas del tijeretazo son económicas, después de que la crisis del coronavirus haya mermado los ingresos por circulación de ejemplares, así como la inversión publicitaria.