El fisco francés sospecha que las cuentas de su librería, en París Saint-Germain-des-Prés de París, y su estudio fotográfico no son nada claras.
A pesar del revuelo que se ha montado en Francia, los portavoces del diseñador señalan que es solo "un malentendido" y que "todo se justificará debidamente".
Entre las deudas del Káiser, una de sus empresas –que sirvió de localización para campañas de firmas como Dior, Printemps o ST Dupont- acumularía hasta 6,6 millones de euros de deuda, sumada al de otra de sus empresas vinculadas con la fotografía: Photofan. Esta, con sede en Irlanda, tampoco habría declarado todo el dinero que recauda Lagerfeld por utilizarla como estudio.
De confirmarse las sospechas de la Hacienda francesa, se volvería a repetir la historia que protagonizaron hace dos años Domenico Dolce y Stefano Gabbana, los directores creativos de Dolce & Gabbana que fueron condenados a pagar 340 millones de euros a la Hacienda italiana.