En Bulgaria para afirmar hay que negar con la cabeza. En en el polaco coloquial de la calle, ‘no’ puede significar sí. En matemáticas, dos negaciones seguidas son una afirmación. Eso debió de pasarle por la cabeza este jueves a Alberto Casero cuando votó a favor de la reforma laboral del Gobierno. Un voto decisivo que ha hecho que, tras diez años de debates, la reforma laboral del PP la termine derogando el propio PP. Para más inri, el diputado extremeño Alberto Casero que votó desde casa telemáticamente se apellidaba ‘Casero’, porque España siempre termina pareciendo un cómic de Mortadelo.
La reforma de Casero llega además en la semana en la que la izquierda ha exigido que se repita el Benidorm Fest tras saberse que la ganadora sacó tan sólo el 3,97% del televoto, algo así como si el Rey llamase a Ciudadanos para formar gobierno. Eurovisión ha tomado tintes políticos por la división entre los partidarios de Chanel (la representante liberal-conservadora), los de Tanxugueiras (la representante del nacionalismo periférico) y los de Rigoberta Bandini (la de la izquierda quinoa). Si todo avanza según lo previsto, estos días veremos negociaciones entre Gobierno y oposición para repetir la votación de la reforma laboral a cambio de la repetición del festival de Benidorm.
En Corea del Norte estamos bastante acostumbrados a que todos los partidos de la oposición voten lo mismo que el gobierno en el parlamento, pero en España no tanto y Casero se ha convertido en el nuevo héroe de la clase trabajadora. No es la primera vez que pasa un error de este tipo: Rajoy votó en contra de sus propios presupuestos, Pedro Sánchez votó a favor del aborto y los comisarios de la FIFA votaron celebrar un Mundial en Qatar a 50º a la sombra. Parece fácil elegir correctamente entre dos opciones de respuestas desde tu ordenador, pero hazlo tú en casa mientras la web del MARCA te pide que aceptes la política de cookies y se te abre una ventana emergente avisando de que hay solteras sexys en tu zona. Alberto se ha convertido casi en el monotema del Tuitopía de esta semana.
Pero no, no viene monotemático porque también sigue dando que hablar la elección de Chanel para Eurovisión y se está convirtiendo en un asunto de estado quién debe representar a España en Turín para hacer el ridículo como todos los años.