Pistoletazo de salida al plan de ayuda para la adquisición de furgonetas, que recientemente anunció Mariano Rajoy en Chile, junto a la renovación de las ayudas para la compra de turismos (150 millones de euros, con guiño a las familias numerosas). El consejo de minsitro de este viernes ha aporbado este tipo de ayudas a vehículos comerciales, tal y como estaba previsto.
Se llama Pima Aire, y cuenta con una asignación de 38 millones de euros, vía ministerio de Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, de Miguel Árias Cañete. El plan permite recibir una ayuda de 2.000 euros de ayuda a quienes compren una furgoneta hasta 2.500 kilos; y de 4.000 si compran vehículos de 2.500 kilos. A cambio, los interesados deben achatarrar vehículos de hasta 3.500 kilos con una antigüedad mínima de 7 años. La ayuda, como en el PIVE, es compartida a partes iguales entre el Gobierno y los concesionarios, y está dirigida a todos, desde particulares, pymes, concesionarios...
Todo ello persigue animar las ventas de este sector. Las ventas de derivados y furgonetas de segunda mano cayeron un 9,3% en 2012 (-26,3% en nuevos), hasta las 136.143 unidades, mientras que las de comerciales medios de ocasión de hasta 3,5 toneladas lo hicieron en un 5,6% (-25,7% en vehículo nuevo), situándose en 126.295. Las patronales están convencidas que el plan animará el mercado. No obstante, en turismos, el PIVE aún no ha sido capaz de devolver la evolución de las matriculaciones a la senda de crecimiento, debido a la complejidad económica por la que atraviesa el país. "Para recuperar el millón de ventas en España, no es un problema de más PIVE o menos PIVE", decía esta semana el nuevo consejero director general de Nissan Iberia, Raoul Picello (ex Kía).
El plan de ayuda, en línea con el resto de ayudas al estímulo de la demanda de vehículo, tendrá un impacto para la economía española de 140 millones de euros, según los cálculos de las patronales del motor, que aputan también que generará 700 empleos y permitirá al estado a recaudar 50 millones de euros.
Con la puesta en marcha del Plan PIMA Aire, las emisiones de gases de efecto invernadero bajarán entre un 15% y un 20% por cada vehículo sustituido. En el caso de las partículas, el descenso medio llegará al 94%, según estimaciones de Medio Ambiente.