En 2008 Tesla daba a conocer su primera incursión en el mundo de la movilidad eléctrica con un Roadster que se basaba en el Lotus Elise, pero dotado de baterías y motores eléctricos. Anunciaba ya entonces más de 300 kilómetros de autonomía y se fabricaron cerca de 2.500 unidades, un modelo que sirvió a la marca californiana a situarse en el mapa automovilístico.
Ahora, tras asentarse ya como uno de los referentes en turismos eléctricos, y con el esperado Model 3 iniciando su andadura comercial como modelo de gran volumen, Tesla vuelve a sus orígenes con un ambicioso Roadster cuyas cifras sin duda, si se confirman cuando salga al mercado, asustan. Porque sin cifras de potencia de momento conocidas, los datos de la marcan hablan no sólo de rozar los 1.000 kilómetros de autonomía, sino de acelerar de 0 a 100 km/h en 1,9 segundos y de superar los 400 km/h de velocidad máxima. Cifras que le situarían como el deportivo más rápido del planeta… habrá que verlo para creerlo.