Tras renovar los modelos R1200 RT y R1200 GS introduciendo en ambos la última evolución del motor bóxer de 1.200 centímetros cúbicos de refrigeración líquida, quedaba pendiente la versión R, el último modelo de la gama en recibir la última evolución del bicilíndrico y, con diferencia, la versión que más evolución ha sufrido aprovechando el cambio de motor. Porque si en los otros modelos de la gama boxer R el motor era el indiscutible protagonista -aunque siempre aprovechando para introducir diversas mejoras en otros aspectos-, en el caso de esta esperada R1200 R el salto generacional ha supuesto una total revolución. Y lo ha hecho manteniendo un precio similar al del modelo anterior, 13.600 euros.
Porque motor aparte, muy mejorado en todos los sentidos frente al anterior, la R1200 R aun manteniendo la misma filosofía del modelo original R1150 R de hace 10 años, ha roto en su configuración, abandonando por primera vez la suspensión delantera Telelever que siempre la ha acompañado en favor de una horquilla convencional que modifica por completo la personalidad dinámica que le caracterizaba. Un cambio que sorprende de entrada pero que, tras probarla en esta primera toma de contacto por carreteras valencianas, nos ha convencido plenamente, aunque siempre habrá quien eche en falta el peculiar funcionamiento del sistema Telelever. Ni mejor ni peor, simplemente diferente.
Ahora, al prescindir del Telelever se ha logrado reubicar los pesos, bajando el centro de gravedad y logrando, gracias a una horquilla de barras de gran diámetro, un funcionamiento más dinámico sin perder la solidez del modelo anterior, ganando mucho en sensaciones y sintiendo una conducción algo más deportiva cuando aprovechas el muy superior rendimiento del nuevo motor boxer, un salto que, a la postre, resulta más evidente casi que el de la propia suspensión delantera. Más potente, más agradable a la vez, el funcionamiento del conjunto cambio/embrague la convierte en un modelo más confortable a diario en ciudad y más eficaz fuera de ella, con cambios de marcha rapidísimos y más precisos y, sobre todo, con una respuesta del nuevo boxer de refrigeración líquida mucho más poderosa e instantánea.
Un leve giro del puño del gas y la R1200 R se dispara literalmente, unas sensaciones más intensas que en su antecesora, pero sabiendo mantener luego el carácter rutero que siempre la ha caracterizado. Cómoda postura de conducción, una protección del viento muy eficaz con la pequeña -y recomendable- cúpula opcional y un motor más lleno desde bajo régimen convierten a la nueva R en una de las versiones más completas de la gama. Puedes disfrutar casi por igual de un pequeño recorrido salpicado de curvas de todo tipo o de un largo viaje buscando destinos lejos de nuestras fronteras, en este caso dotando a la 1200R de las correspondientes maletas, perfectamente integradas.