Opinión

A mí, lo que me manden desde Moncloa

Ni Begoña es soprano coloratura ni Pedrín tiene la majestad e ingenio de su amor, el Conde de Almaviva, ni Bolaños es el divertidísimo y sagaz Fígaro

  • El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la reunión del Comité Federal, en la sede del partido, a 10 de junio de 2023. -

¡Menudo lío se ha organizado con la metida de gamba que ha hecho Moncloa enviándole a los periodistas el argumentario destinado a los políticos! Yo no sé si el encargado de la mensajería monclovita es el mismo que está de becario en la Agencia EFE, pero la cuestión es que han llegado a manos de la canallesca nada menos que once documentos para ir pertrechado ante preguntas insidiosas. Me suena a la conocida aria de El Barbero de Sevilla, L’inutil precauzione que, por cierto, formaba parte del título original de la magistral obra de Rossini, “Almaviva o l’inutil precauzione”, un aria de una gran dificultad y lucimiento, así que Sánchez y su combo lírico no tendrían que molestarse en tales empeños. Ni Begoña es soprano coloratura ni Pedrín tiene la majestad e ingenio de su amor, el Conde de Almaviva, ni Bolaños es – a qué engañarse- el divertidísimo y sagaz Fígaro.

Por otra parte, los periodistas están suficientemente avisados como para que les tengan que recomendar qué se debe o no decir respecto, y cito aspectos escogidos en dichos papeles, la defensa de la familia de Sánchez, que todo es una estrategia de la derecha y la extrema derecha o que ni PP ni VOX tienen un proyecto para España. Los que lo tienen que saber están al cabo de la calle y el resto, entre los que me incluyo, no somos permeables a ese tipo de ukases.

Aunque, si lo pensamos bien, seguir esos breviarios de doctrina nos podría ahorrar mucho trabajo y no pocos problemas a los disidentes. Con repetir mansamente, añadiendo alguna pincelada de color al asunto, lo que se nos mande desde el gobierno, asunto concluido y no tiene uno que devanarse los sesos pensando la barbaridad gubernamental de la que hablar. ¡Hay tantas y es tan fatigoso escoger! En el fondo, nos harían un favor. Pongamos que una de las consignas sea que Begoña es una profesional de solvencia contrastada en lo suyo.

Bastaría con reproducir esa frase añadiéndole “Y, además, la chiquilla es muy limpia pa sus cosas, ni fuma ni bebe, está en casa antes de que cierren el portal, de un duro hace dos y todo lo que gana lo mete en la cartilla para tener una vejez tranquila y segura”

Bastaría con reproducir esa frase añadiéndole “Y, además, la chiquilla es muy limpia pa sus cosas, ni fuma ni bebe, está en casa antes de que cierren el portal, de un duro hace dos y todo lo que gana lo mete en la cartilla para tener una vejez tranquila y segura”. A ver quién tendría argumentos para decirte lo contrario en el gobierno, porque lo que se diga desde la oposición – si la hubiera o hubiese – les suda el Nabucodonosor a éstos que mandan. Es lo que tiene escribir al dictado del poder y, además, poder hacerlo con faltas de ortografía moral. El trabajo de periodista u opinador se convierte en el de correa de transmisión y no me negarán que dichas correas, aun siendo útiles, no tienen que preocuparse por cosas tan bobochorras como la deontología.

Es francamente importante porque nos demuestra que todo el gabinete no es más que una espléndida colección de muñecos-muñecas y muñeques de ventrílocuo dado que la única voz que se escucha es la de Sánchez. Recordando a los grandes artistas que han practicado esa disciplina tan exitosa en las varietés, esta versión de Mari Carmen y sus muñecos o de José Luis Moreno que es el presidente podría otorgarle alguna personalidad a sus ministros de cartón piedra. Patxi López podría ser el nuevo Rockefeller reconvirtiendo el clásico ¡toma Moreno! que soltaba el cuervo en “¿Y a ti que más te da?”.

Bolaños encajaría muy bien con Monchito y una que yo me sé estaría de molde en el papel de Doña Rogelia. Es una idea a explorar, porque dado que esta dictadura disfrazada de democracia es aburridísima, como lo son todas, se agradecería algo de vidilla. Ah, que maravilla sería ver a Yolanda Díaz diciendo “¿Mandeee?” en rueda de prensa. Con eso, más un ballet integrado por el Comité Federal y Pedro cantando boleros la cosa sería más llevadera. Por eso me reafirmo: a mí, lo que me manden desde Moncloa. Ya tardan en enviarme el argumentario para mañana.

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