“Isabel Díaz Ayuso presidirá el año que viene el PP de Madrid. Por mucho que se quieran poner puertas al campo, por mucho que Génova intente lanzar a José Luis (Martínez Almeida) o a Ana (Camins), ahora ya no hay vuelta atrás”. Un dirigente del PP madrileño –que hace meses apostaba por la llamada ‘Tercera Vía’, Camins, para presidir el partido- recoge la que es hoy la convicción entre los militantes populares. "El 4-M -insiste- lo cambió todo".
En el entorno más cercano de la presidenta regional –que está muy tranquila y nunca se ha precipitado por los tiempos para llegar a lo que cada vez ven todos con más normalidad, que encabece el partido en la región que “gobierna casi con mayoría absoluta”, recuerdan- se quedaron descolocados con Pablo Casado el pasado martes.
Ese día, en la reapertura del curso político en los salones del Four Seasons de Madrid, Casado volvió a resucitar la candidatura de Almeida al evitar respaldar explícitamente a Ayuso. A escasos cinco metros, sentados uno al lado del otro en la mesa presidencial, Ayuso ponía cara de circunstancias y Almeida, de opositor a abogado del Estado antes del examen oral.
Casado calificó a ambos de “candidatos de mucho peso” y sentenció que “la dirección nacional no se meterá en ese proceso”. Una semana antes, Ayuso había confirmado oficialmente lo que todo el mundo sabía: que iba a presentar su candidatura a presidir el PP de Madrid, ocupada por una gestora que preside testimonialmente Pío García Escudero desde la dimisión de Cristina Cifuentes, con Ana Camins -de la total confianza de Génova y de Almeida- en la Secretaría General.
Egea apoyó a Ayuso en junio
“¿Por qué Casado vuelve a reabrir el debate? –se preguntan los fieles a la presidenta madrileña- ¿Qué ha cambiado este verano para que vuelvan a desdecirse tras recibir el apoyo explícito de Génova hace un par de meses?”. Efectivamente, el 2 de junio, en TVE, la mano derecha de Casado, Teo García Egea, aseguraba en una entrevista que “si yo tuviera que votar si yo fuera afiliado, lógicamente, en fin mi total apoyo a la presidenta actual Isabel Díaz Ayuso, que es una persona que ha demostrado que sabe trabajar con firmeza, determinación y hacer frente a los problemas".
En Sol dieron por zanjado el problema. Ayuso, pensaron, ya tenía el camino libre para anunciar su candidatura tras el aval explícito de Génova. Por ello, la presidenta filtró el 31 de agosto que iba a presentar su candidatura. Por eso, también, se han quedado más sorprendidos que nunca tras las palabras de Casado. Y, eso sí, aseguran que no varía nada su estrategia: Ayuso está decidida a ser la presidenta.
Bronca en Génova el 4-M
El respaldo de García Egea era especialmente significativo tras el episodio que se produjo en la tarde noche del 4-M y que no ha trascendido. Ese martes, cuando Ayuso arrasaba en los sondeos a pie de urna y la presidenta llegaba en coche hacia Génova con su círculo más cercano, tuvo lugar un tenso cruce de mensajes entre la dirección nacional y el Gabinete de la presidenta.
Génova insistía en que Ayuso debía compartir el éxito en el balcón con el presidente nacional y desde Sol se exigía al menos unos momentos “de gloria” en solitario. Incluso, se envió un emisario al garaje cuando llegaba Ayuso –ajena a la bronca por WhatsApp- para que colaborara. Al final, todos cedieron, aunque algo parecía haberse roto definitivamente en las siempre difíciles relaciones entre Génova y Sol.
Por ello, la entrevista y las palabras de García Egea –sentado el pasado martes al lado de Ayuso en la mesa presidencial- se vieron en la Comunidad como “una señal” de paz –insisten los ayusistas en el PP de Madrid- “y por eso se oficializó su candidatura”.
Ayuso no piensa dar un paso atrás. En su entorno están convencidos de que, precisamente, esa noche del 4-M lo cambió todo. “Ella recibió el espaldarazo de las urnas y, como en Galicia con Feijóo, en Andalucía con Juanma o en Murcia con López Miras, tiene que presidir el partido”. La ‘bicefalia’ o la tercera vía “ya no tiene sentido”, sentencian.
Y es que la situación ha cambiado mucho. Desde que Ayuso y Almeida conquistaron –cuando nadie lo esperaba- la Presidencia de la Comunidad y la Alcaldía de la capital, el alcalde comenzó a mover peones en el partido. No en vano dominaba al comité electoral con Ángel Carromero, mano derecha del alcalde, quien fue colocando personas de confianza en juntas y en otros órganos del PP.
Entonces, la presidenta regional no era lo que es hoy: al contrario, su mandato comenzó con una extrema debilidad, con un pacto con Ciudadanos que temía que se rompiera en cualquier momento por parte de Ignacio Aguado. Nadie, ni siquiera en Madrid ni en Génova, “daba un duro” por ella. Y la pandemia se cebó en Madrid empeorando aún el panorama. ¿Quién se iba a preocupar por el congreso del PP regional cuando no se sabía cuánto iba a durar el gobierno madrileño?
Tras el 4-M Ayuso colocó algunas piezas en el PP de Madrid. El alcalde plegó velas, García Egea lanzó su mensaje de apoyo y Ayuso oficializó su candidatura. Hasta que Casado volvió a lanzar el martes otro jarro de agua fría para Sol. ¿Por qué?
Pero Ayuso –con la llegada de MAR y el enfrentamiento directo con la Moncloa en todos los ámbitos, desde la pandemia a la política económica pasando por la fiscalidad- la presidenta pasó de ser 'IDA' a romper el Gobierno, convocar elecciones, cargarse a Ciudadanos y a Pablo Iglesias y gobernar casi con mayoría absoluta.
Ahora ya sí podía dedicarse al partido. Tras el 4-M colocó algunas piezas en el PP de Madrid y empezó a deslizar que no habría “tercera vía”. El alcalde plegó velas, García Egea lanzó su mensaje de apoyo y Ayuso oficializó su candidatura. Hasta que Casado volvió a lanzar el martes otro jarro de agua fría para Sol. ¿Por qué? Oficialmente, el mensaje es que “no toca” ahora abrir la lucha, que el congreso será en primavera y que no quiere que nadie le empañe la convención nacional de Valencia.
En Sol no entienden esta nueva marcha atrás, pero aseguran que no hay vuelta de hoja: “Los votantes del PP lo dejaron claro el 4-M y no entenderían otra cosa”, insisten en Correos. Apunten esto: Ayuso presidirá el PP de Madrid. "Por mucho que Génova quiera retrasarlo".