La voz de Paco Grande nos conecta con lo mejor de nosotros mismos. Ojalá el Europeo sub 21 no acabe nunca. La brisa de julio ha traído su narración futbolística, a años luz del resto, viajando desde las ventanas abiertas a los paseos marítimos de toda España. Solo falta que vuelva la vaquilla al Grand Prix.
Juega la sub 21, pero podría ser la absoluta. Tenemos nuevos juniors de oro 24 años después. Arde París entre las llamas de 'El odio'. El Orgullo toma las calles. El Tour está en marcha como regalo impagable para las siestas. Los de julio se han marchado. Ocupan la playa más rojos que bronceados con ese sol que se estira hasta las diez de la noche. En la ciudad, se llenan las piscinas y algunos se forran con los campamentos de los niños. Los festivales abren sus primeros carteles. Cada edad tiene su verano.
El 2023 trae una novedad. Hay elecciones generales el 23 de julio. Como plan inesperado no está mal. Pero resulta casi imposible conectarse a la campaña. Ni la mejor España, ni la sombrilla azul, ni de un pueblo para todo el pueblo. Nos pilla demasiado cansados. La burbuja política pelea contra la desidia de la decisión tomada. Que se lo digan a los carteros. La única duda entre mayo y julio es si Feijóo podrá gobernar solo, que es lo más probable.
El cara a cara Sánchez-Feijóo
Las batallas de campaña son difíciles de seguir. Pedro Sánchez intenta dar la vuelta a lo inevitable con toda la artillería que tiene a su disposición. El PP ha aprendido que hace falta una estrategia cuando tienes que negociar con Vox por muy bien que te vayan las cosas. Y si Vox piensa que está que se sale es que no ha sabido interpretar los resultados del 28-M, ni las encuestas que se manejan.
Todo lo demás es attrezzo. Cuando alguien dice que la economía va como una moto se olvida de los recortes que han hecho todas las familias para hacer frente al coste de la vida. Cuando el Gobierno hace bandera del feminismo ignora el daño que ha provocado el sectarismo de PSOE / Podemos / Sumar por su incapacidad de plantear leyes con un mínimo de sentido. Cuando se acumula y se ejerce un poder como el de Sánchez, presentarse ante la sociedad como víctima de la mayor conspiración jamás urdida genera rechazo. El día que un país pasa página, poco o nada se puede hacer.
El único evento de interés, con la capacidad de mantener la tele encendida de fondo, mientras se disfruta del verano fuera será el cara a cara Sánchez-Feijóo del 10 de julio. El primero desde 2015, en el que también estuvo Sánchez. El del ‘ruiz’ de Rajoy. Que Dios reparta suerte. Y que lo modere Paco Grande.