Opinión

SOL Y SOMBRA

Jordi Évole, Daniel Guzmán y las creencias lujosas

Las élites del cine y la prensa, cada vez más alejadas del sentido común popular

Daniel Guzmán
Daniel Guzmán. EP / José Ruiz

Hace menos de diez días, Jordi Évole se estrenaba como modelo de la marca de ropa que aprovecha la desgracia de los inmigrantes ilegales para hacer negocio. Lució en redes una camiseta de fútbol, inspirada en la del Barcelona, que en la espalda lleva impresa la frase "Barça o Barzakh", lema épico que muchos migrantes de Senegal invocan antes de iniciar su dramático viaje en cayuco, a merced de las mafias de tráfico de personas. "Barzakh", en el Corán, es el estado intermedio y ensoñador en el que el alma de un difunto permanece entre la muerte y el día del Juicio Final (similar a nuestro purgatorio, intuyo). Lo que Évole vive como una colaboración militante es en realidad una glamurización del sufrimiento ajeno, de las organizaciones de traþa de seres humanos y de la cronificación de ese mercado negro llamado 'top manta'. Solamente puede ver épica en la miseria quien la contempla desde lejos, sin que nunca le salpiquen sus consecuencias.

El psicólogo estadounidense Rob Henderson identifica está postura con el nombre de las "ideas lujosas", aquellas que solo puede defender las clases que nunca pagan la factura de lo que predican. Si vives en un barrio donde no hay apenas migrantes ilegales, donde los comercios no soportan la competencia del 'top manta' y con bajos niveles de desarraigo, apuntarte a promocionar productos ilegales puede vivirse incluso como un acto de solidaridad con los más desfavorecidos (postura que es un lujo que no pueden permitirse los demás). Si antes los ricos presumían de comer salmón ahumado o de su casa de vacaciones, hoy lo hacen de ideas como el poliamor, la retirada de fondos a la policía o la apertura de fronteras. Desde un barrio tranquilo, y con dinero en la cuenta para pagar seguridad privada, la delincuencia callejera no parece un problema tan grave.

Dobles raseros

La validez de la teoría de Henderson la hemos visto confirmada con enorme precisión en el caso de Daniel Guzmán, el actor conocido por su militancia progresista que acaba de ser condenado por agredir a dos okupas que se habían instalado en sus propiedades. Los hechos tuvieron lugar el pasado 20 de mayo cuando Guzmán entró en su propiedad acompañado por cuatro hombres fornidos para expulsar a los invasores, que grabaron con el móvil todo el enfrentamiento. Defensor de todas las causas progresistas, Guzmán descubrió en carne propia la diferencia entre predicar y dar trigo. Al final le condenaron a pagar 950 euros por un delito de lesiones. ¿Pensaría lo mismo Jordi Évole de la migración ilegal si viviese en un barrio dominado por las bandas de delincuentes argelinas y marroquíes?

"En Occidente son las clases mejor preparadas y de mayor capacidad cognitiva las que sostienen las mayores estupideces", defendió Orwell

El periodista David Román lo explica con un párrafo demoledor: "Las ideas de Henderson ayudan mucho a entender una de las grandes paradojas del mundo moderno: en Occidente, son precisamente las clases mejor preparadas y de mayor capacidad cognitiva las que sostienen las mayores estupideces. Cuando observó los comienzos de esta tendencia en los años 1940, George Orwell comentó que 'hay tonterías que cualquier subnormal es incapaz de sostener; para sostenerlas, hay que ser un intelectual'”. ¿Cuántas veces han pensado ustedes algo similar en los últimos años?

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  • P
    Perhaps

    Vamos a ver, una persona preparada y con amplia capacidad cognitiva no puede aceptar estu.p.ideces. Otra cosa es que tenga muchos papeles acreditativos de no se sabe qué, pero preparación y capacidad, nada de nada.

  • I
    Incandescente

    "son precisamente las clases mejor preparadas y de mayor capacidad cognitiva las que sostienen las mayores estupideces."

    No es exactamente así, esas "élites" (desconozco su preparación y CI...) actúan con un cinismo enorme, si de verdad son "élites" no se creen toda esta basura buenista. No es más que una estrategia social y política. Además puedes comprobar que no entran al debate claro en el cual pudieran contrastar sus ideas, NUNCA.
    PD. El otro día replicabamos ambos en Facebook a un bobalicon comentario sobre inmigración por parte de Diego Manrique, acaso hubo respuesta y debate... NO.

  • N
    nataliany

    Menudo repertorio de personajes . Añádase a Victor Manuel y Ana Belén.....La pareja de España, según TVE.

  • A
    Apoxiomeno

    No coincido con lo expuesto por Lenore. Del artículo se desprende que Évole y Guzmán son meros ingenuos, personas de buen corazón y cortas de miras que actúan con bonhomía sin darse cuenta del drama detrás de lo que promocionan porque no sufren sus consecuencias (Guzmán ahora sí). Y nada más lejos de la realidad.

    Évole conoce perfectamente las consecuencias de la inmigración ilegal, el drama de la explotación en el top manta y los beneficios que unos cuantos se embolsan con el tráfico humano. No promociona esta marca porque crea que es solidaria, la promociona porque viene bien a su "marca personal". Él también se lucra con la tragedia, no hay una solidaridad desinteresada en su comportamiento. Hay que dejar de pintar a estos elementos como personajes cándidos que cometen errores. Son colaboradores que disfrutan de su trozo del pastel.

    Quizás Guzmán sí fue un ingenuo que se creyó los lemas de los okupas. Probablemente pensó que luchaban contra los grandes tenedores y que a un particular como él no le iba a tocar el via crucis de un deshaucio. Ahora le toca ganarse el pan con talento y no con adhesiones políticas ya que este incidente le cerrará las puertas del dinero de izquierdas.

    • E
      EDDDO

      muy cierto lo que expresa

  • E
    EDDDO

    Jordi si es que se llama realmente así, hace años ayudo a victimizar a Rodrigo como victima de la venganza policial. Y no se arrepiente a pesar de que ese asesino a sangre fría a un español por serlo.

    Jordi en su programa preguntaba al cielo como podría el hacer ver a sus empelados que la independencia de Cataluña no era una buena cosa, teniendo en cuenta como la policía trataba a los que solo querían votar.

    Jordi siempre esta con las victimas, los arrollados por el poder, pero a la familia argentina de la niña que se suicido por el acoso en la "escola catalana" Jordi no es capaz de hacer ni mención.

  • E
    EDDDO

    Jordi si es que se llama realmente así, hace años ayudo a victimizar a Rodrigo como victima de la venganza policial. Y no se arrepiente a pesar de que ese asesino a sangre fría a un español por serlo.

    Jordi en su programa preguntaba al cielo como podría el hacer ver a sus empelados que la independencia de Cataluña no era una buena cosa, teniendo en cuenta como la policía trataba a los que solo querían votar.

    Jordi siempre esta con las victimas, los arrollados por el poder, pero a la familia argentina de la niña que se suicido por el acoso en la "escola catalana" Jordi no es capaz de hacer ni mención.

  • T
    Teodosio

    Una vez más, muy valiente don Victor.
    "Ideas lujosas" e "ideas de privilegiados".
    Discrepo en identificar a algunos famosos con intelectual, ya sea Évole o Guzman.
    No conocía la idea de Orwell sobre la asociación de las tonterías y los intelectuales, pero me recuerda a lo que dijo Watson (no el de Sherlock Holmes, el Nobel de medicina): hay una mayor probabilidad de encontrar un imbé cil en los nobeles que en la población común. Afirmación que parece cierta si tenemos en cuenta al propio Watson al final de su vida.

  • L
    Lareforma2024

    Esto recuerda el hecho de usar a personas famosas para publicitar la lucha contra la pobreza, como fue el caso con embajadores de Unicef y otras ONG,s.
    Iban a lugares abandonados de la mano de Dios perfectamente protegidos y sin que se supiera cuánto cobraban o no por ello (aunque si fuera gratis, seguro lo dirían).
    Entonces el sitio visitado y el problema tenían sus 15 minutos de fama. Después, todo igual, pero el famoso: solidario para siempre.
    Ignoro si Évole o Guzmán colaboran de forma anónima en causas justas, pero sus palabras, en contradicción con sus obras, dan la impresión de ser una forma de aprovecharse de los problemas que denuncian.
    Todos tenemos contradicciones, cierto, que a veces nos las tienen que hacer ver. Mas, cuándo la contradicción tiene el tamaño del Everest, la gente normal la ve. Pero ellos están por encima y la sociedad se lo acepta.
    Saludos.