Es difícil darse cuenta de lo que has perdido, cuando no lo has tenido. En mi caso, echo la vista atrás y me doy cuenta de todo lo que hemos perdido, que se resume en una palabra: libertad.
Cuando yo era pequeña, iba al colegio sola caminando, desde los 8 años. Antes me llevaba de la mano mi hermano. Eran cuatro paseos al día, entre idas y venidas, de nos veinte minutos cada uno. Dos o tres días a la semana, según tocara, al salir de clase iba a la parada del autobús. Esperaba el mío, picaba con mi bonobús y me sentaba a esperar mi parada. Por fin llegaba al polideportivo, donde entrenaba gimnasia rítmica un par de horas. Al salir, nuevamente autobús, paseo… Y llegar a casa a eso de las 9 de la noche. Así estuve hasta los 16 años, que dejé el deporte, pero seguí yendo al instituto por mi cuenta. Y no hablo de ningún pueblecito tranquilo, hablo de la capital.
No era nada raro. Nada peculiar. No había nada de qué preocuparse. Los niños iban y volvían solos del colegio, cogían el autobús, el metro… Por las tardes salíamos a jugar al parque o a la misma calle…
Ahora vas al parque y están todas las madres ejerciendo de policía. Que no se despisten un minuto, que no se sabe lo que puede pasar. ¿Y los abuelos? Los abuelos ya no se jubilan. Los abuelos ahora tienen que hacer el papel de canguro, llevando y trayendo a los nietos del colegio.
Y es que no hay narices de dejar a los niños solos. A ver quién es el valiente ahora que manda a un niño de 8 o 9 años andando al colegio solo, que sabes que sale de casa pero no si te va a volver o, en caso de que vuelva, si llegará entero. Por supuesto, nada de jugar en las calles. Las calles son peligrosas. Me da mucha lástima pensar la infancia que se están perdiendo los niños de ahora. Acompañados siempre a todas partes, creo que les resultará más complicado crecer y asumir responsabilidades, porque siempre están papi o mami… o los abuelos. Aun así, pasan cosas.
Luego nos llevamos las manos a la cabeza con los eslóganes del tipo “sola y borracha quiero llegar a casa”. Bueno, nos llevamos las manos a la cabeza porque es una soberana estupidez. Lo que queremos todos es llegar enteros, que no nos frían a machetazos o nos revienten a golpes por quitarnos el móvil. Y para eso, a día de hoy, no se puede uno permitir ir por la calle con las facultades mermadas.
Nunca tuve nada que temer. Y he estado en verdaderos antros. Pero siempre estaba tranquila. Como mucho, te podías topar con alguna pelea de borrachos
Yo he sido muy fiestera. Me costaba salir de casa lo mismo que luego me costaba volver. Siempre la última. Incluso cuando mis amigos se retiraban, en más de una ocasión yo me quedaba, charlando con unos y con otros, porque me lo estaba pasando bien. Nunca tuve nada que temer. Y he estado en verdaderos antros. Pero siempre estaba tranquila. Como mucho, te podías topar con alguna pelea de borrachos, pero con poner distancia, era suficiente. Ahora no tendría narices de hacer lo que hacía. Y que no nos vendan el cuento del machismo, porque la inseguridad y la violencia que tenemos en las calles es fruto de la delincuencia. Una delincuencia que no hemos vivido en este país jamás.
Los que quieren defender lo indefendible vendrán con el argumento manido de que había delincuencia con los yonquis… Que los yonquis no eran otra cosa que un tío con una navaja, que estaba incluso más nervioso que tú, con el que se podía a veces hasta negociar: “Es que no te puedo dar todo, que me quedo sin dinero para volver a casa, ¿te vale la mitad?” Y el chaval cogía lo que le dabas y salía por patas. Me vais a mí a comparar esa delincuencia, con tíos medio tarados, armados con machetes y catanas o pertenecientes a bandas que van con pistola.
El único cuidado que había que tener en los parques, allá por los 90, era no pincharte con alguna jeringuilla. Ahora no estás seguro ni yendo a la iglesia, que por menos de nada te rebanan el cuello y luego tus familiares tendrán que leer en la prensa el interesantísimo debate de si tu asesino es un terrorista yihadista o tiene algún trastorno mental.
Le han quitado autoridad a la autoridad. Se ha abierto la puerta a todo el que quiera entrar, ya sea un ladrón, un asesino o un espabilado que no quiere trabajar
Hemos perdido la seguridad de poder salir y deambular con tranquilidad y despreocupación. Nuestros policías y guardias civiles tienen miedo de sacar el arma, no digamos ya de disparar, porque puede suponer no solo el fin de su carrera, sino incluso cárcel. Le han quitado autoridad a la autoridad. Se ha abierto la puerta a todo el que quiera entrar, ya sea un ladrón, un asesino o un espabilado que no quiere trabajar y quiere que le mantengan. ¿Qué tiene antecedentes? Da igual. Ya acumulará más aquí.
Somos carne de cañón. Yo al menos puedo alegrarme de que he tenido una infancia, una adolescencia y una juventud plenas, en las que he podido hacer lo que me ha apetecido y las pude vivir sin miedo. Lo siento mucho por los que han venido después, pero como no han conocido lo que es ser libre, igual tampoco se dan cuenta de la cárcel tan maravillosa en la que viven.
Me viene a la memoria Mel Gibson en aquella película, actuando en el papel de William Wallace: “Puede que nos quiten la vida, pero jamás nos quitarán… ¡La libertad!”.
Pues nos han quitado la libertad, la esperanza y, como nos descuidemos un poquito, la vida, que ya es lo único que nos queda. Aunque no sé si eso es vida. Supongo que se le parece bastante y por eso seguimos todos quejándonos desde el sofá.
DANIROCIO
esto es lo que se ha votado y ya sabemos lo que hay,bueno esta España o mucho peor es la que nos espera con el Koletas si estuviera en el gobierno aunque con el Okupa de la moncloa practica casi lo mismo ya estamos empezando a ver cosas muy graves,mucha inseguridad,asesinatos,peleas y ahora a ver si nos autorizan una pistola para defender nuestra familia y casa lo veo esto todo muy normal,vaya tela lo que esta pasando
Urenga
A Musta su novio español lo debe haber abandonado.
Urenga
Yo hacía solo con 10 años diariamente en metro los trayectos Diego de León - Argüelles para ir al cole, vuelta a Diego de León para comer, vuelta a Argüelles al cole y vuelta a casa a Diego de León al acabar las clases. Y me parecía lo más natural del mundo. Claro que eran aún tiempos de la Oprobiosa.
Kj26
"Nuestros policías y guardias civiles tienen miedo de sacar el arma, no digamos ya de disparar, porque puede suponer no solo el fin de su carrera, sino incluso cárcel. Le han quitado autoridad a la autoridad" Esto ya pasó en la segunda república y mira como terminó...
Karl
"Varias civilizaciones fueron saqueadas porque la libertad le abrió impensadamente la puerta al enemigo." ~Nicolás Gómez Dávila
visifuz
Siempre que veo a los críos yendo y viniendo del colegio pienso en eso, en la libertad perdida. Pero nunca lo enlacé con Nino Bravo y Peter Fletcher. Vamos a un mundo parecido al que vivió Peter Fletcher, pero sin un muro que cruzar para huir, un mundo sin libertad y, encima, sin seguridad. Hemos de salir del camino al precipicio como sea.
Elnota
Vivimos tiempos difíciles, estoy de acuerdo. El sistema social, de convivencia, amenazado. Hablar de ello, nos sitúa en la órbita de extrema derecha. Así se nos señala, por gente que vive bien, en barrios protegidos. Violencia extrema, sin castigo y amparada por quienes nos gobiernan. La autoridad sin autoridad Quizás, el sistema reaccione para auto defenderse, ante esos movimientos que intentan dilapidar nuestra forma de vida, nuestros valores Veremos las elecciones venideras, hacia dónde vamos
Antipopulista
¿ Que no tenemos razones? ¡ Pero si este gobierno es el Rey de la colonización en cualquier cargo público de familiares y amigos! Nadie en la democracia , ni siquiera Felipe o Zapatero se había atrevido a tanto. Este gobierno se cree que el estado les pertenece y no tienen ningún reparo en demostrarlo. Claro tienen al 90% de la prensa y a casi todos los votantes sectaridazos y robotizados.
Norne Gaest
Oportuno el artículo Uno tiene ya sus años, y tanto como ciudadano como profesionalmente, como por haberlo estudiado, ha vivido esta evolución, que no es de estos últimos años, sino viene de décadas, cuando tres factores marcaban la evolución a peor que ahora está consolidada 1. El deterioro del principio de autoridad, es decir, el respeto a los maestros, los padres, las instituciones, los valores 2. Una legislación laxa, puesto que la Criminología y por tanto la legislación está dominada por la progresía, esto es, el buenismo que se fija ante todo en los delincuentes, no en las víctimas y en la sociedad 3. La inmigración descontrolada. Antes no teníamos bandas latinas ni manadas de menores básicamente provenientes de otras culturas que no respetan nuestros valores. Los clanes de la droga eran una excepción que se podían controlar y los mafiosos de otros países venían aquí a descansar y blanquear sus ganancias. Solo los grupos albano kosovares daban guerras, así como las gitanas balcánicas descuideras que castigaban las zonas turísticas Pero con los m.c.s. narcotizados por la corrección política hay que tener mucho cuidado para tratar ciertos temas, pues enseguida lo tachan a uno de xenófogo y facha. Vox es el único partido político que se atreve a tratarlos y ya vemos como está en buena parte de la sociedad, demonizado con lo de la ultraderecha y demás cantinelas.
Chus
No creo que sólo nos "hayan quitado la Libertad". Nos han quitado algo muy importante antes: La Conciencia. Las calles de Robert Hare, las calles "Sin Conciencia". Lo propio de la sociedad psicopática en la que nos ¿estamos/hemos? convertido. En mi infancia, el mundo también era la calle. Y, el recuerdo que usted, Rosa, me ha puesto ante los ojos, duele. Por eso es de agradecer. El doloroso recuerdo de lo que se fue: LA humanidad. Gracias, doña Rosa, por el dolor que fortalece el ánimo.
Aquiles
Si , si se casa con una mujer es porque es lesbiana , y no le pueden imputar las leyes de Violencia de Género , si le pega o maltrata … Leyes SocioComunistas hechas por inútiles e inutilas …
vallecas
NIÑOS Antes los adultos eran vistos como personas que ayudarían a tu hijo pequeño en caso de problemas, ahora todos los adultos son unos delincuentes y secuestradores.(todos) DELINCUENCIA Todos los emigrantes no son delincuentes, pero todos los delincuentes son emigrantes. (80 %). Cuando la Guardia Urbana de Barcelona da estos datos incontestables o algún Comisario de policía lo demuestra con números, Marlaska los despide.
Mastropiero
¡Enhorabuena, Rosa, una vez más! Aquellos 8 años yo los cumplí en el 64 (¡nada menos!), y he vivido lo de ir ya a esa edad solo al cole y jugar por las tardes en un parque cercano. Si en los 90 había libertad, imagínate en los 60 y 70. Menos medios, menos adelantos, pero más tranquilidad y más libertad. Al leer tu artículo he recordado un par de versos de Manrique: “…cómo, a nuestro parescer, cualquiera tiempo passado fue mejor”. ¡Saludos!