La vuelta del rey Juan Carlos nos está demostrando una de las contradicciones típicas de esos que se hacen llamar "progresistas". Son los mismos que blanquean al brazo político de ETA con la simpleza mononeuronal de “Es que ya no matan”, a pesar de que hay 379 crímenes sin resolver de los más de 800 asesinatos, y de que se están excarcelando, acercando al País Vasco y homenajeando a los terroristas.
Se trata de los que hinchan su pecho con el recuerdo de la vuelta a España de la Pasionaria y Santiago Carrillo -gracias a que el Rey y Suárez legalizaron al PCE, lo que nunca hubiera sucedido a la inversa-, aun siendo dos comunistas con horribles crímenes de guerra a sus espaldas. Es más; la Pasionaria aplaudió el genocidio polaco de la Segunda Guerra Mundial, apoyó la represión húngara de 1956, y por despecho mandó a Siberia a su amante.
Se trata de los que dicen que al Rey no lo ha elegido nadie pero prometieron guardar y hacer guardar la Constitución, que fue aprobada por referéndum con la monarquía dentro
Hablo de esas personas que llevan un chándal de la RDA, país que torturaba y asesinaba a las personas que querían ser libres, o que reprimió una huelga de obreros en 1953 causando casi 200 muertos. Son los que comenzaron su vida política en las dictaduras cubana y venezolana, o que lloraron con la muerte de Hugo Chávez diciendo “Chávez vive, la lucha sigue”.
Me refiero a los que se sienten orgullosos con Daniel Ortega, el dictador nicaragüense de izquierdas, por supuesto, que no solo roba, mata y encarcela a la oposición, sino que acarrea denuncias por violación de menores, incluida su hijastra. O con la Venezuela de Nicolás Maduro, que ha convertido el país en el puente del tráfico de cocaína a Occidente, y que enriquece al Cartel de los Soles.
Son los mismos que dicen que la monarquía es un negocio para forrarse, pero que han acumulado en una legislatura un patrimonio de millonarios, con coches de lujo, cuentas bancarias inexplicables y mansiones. Se trata de los que dicen que al Rey no lo ha elegido nadie pero prometieron guardar y hacer guardar la Constitución, que fue aprobada por referéndum con la monarquía dentro.
No hace falta más que escucharlos: los barrios, la Universidad y cualquier sitio público es suyo, y solo ellos, con su superioridad moral, pueden decir quién puede estar ahí
Es ese grupo de personas que dice que la monarquía no es democrática, pero firmaron el Pacto del Tinell en 2003 para excluir de la política a un partido, apoyaron un golpe de Estado en Cataluña en 2017, además de pisotear el parlamentarismo y la separación de poderes desde 2020, y soñar con ilegalizar a la derecha. No hace falta más que escucharlos: los barrios, la Universidad y cualquier sitio público es suyo, y solo ellos, con su superioridad moral, pueden decir quién puede estar ahí.
No pueden faltar los que esconden las cuentas de Sánchez con el Falcon o las maletas de Delcy Rodríguez, los que apoyan la vejación de la Fiscalía con el nombramiento de Dolores Delgado, la colonización de las instituciones en favor de ERC y Bildu, los gastos del ministerio de Igualdad en ingeniería social en plena crisis económica, la degradación del CIS con Tezanos, o la situación de la cuentas públicas.
Es el circo de los odiadores profesionales del Rey, de Juan Carlos, y de Felipe VI. Porque no es la persona, es la institución lo que se quieren cargar, su simbolismo y su papel. Es esa izquierda y ese nacionalismo que hubieran preferido, solo de boquilla porque viven muy bien, una ruptura en 1975, con calles incendiadas, enfrentamientos, tiros y asaltos a edificios públicos. Se excitan pensando en la épica de la sangre ajena.
El problema es una decadente clase dirigente que ha desdibujado los pilares de una democracia liberal fusionando poderes, cuestionando la Constitución
A esta izquierda acomodada y a su nacionalismo colaborador les molesta el papel político del Rey, no la supuesta corrupción. ¿O es que no fue un robo lo que hicieron el PSOE y la UGT en Andalucía? ¿O lo que hizo la familia Pujol en Cataluña, sobre la que se ha corrido un tupido velo? No es el dinero, es cargarse la institución porque no la pueden controlar como al resto. Se dedican a disminuir su presencia en actos públicos, a insultar a Felipe VI, y a condenar en tertulias de todólogos.
El problema de España no es la monarquía constitucional y parlamentaria, con funciones establecidas por la ley, que se limita a sancionar a un Gobierno salido de las Cortes. El problema es una decadente clase dirigente que ha desdibujado los pilares de una democracia liberal fusionando poderes, cuestionando la Constitución, estableciendo ciudadanos de primera y de segunda, idolatrando la ingeniería social y la descentralización en beneficio de oligarquías regionales, y aumentando la presión fiscal y el gasto público hasta límites insoportables por falta de imaginación y por crear una red clientelar. No es la monarquía precisamente la causante de la crisis del sistema.
Piense. ¿Quién prefiere como Jefe del Estado? ¿A Felipe VI o a Sánchez, Calviño, Carmen Calvo, Echenique, Iglesias, Irene Montero, Alberto Garzón, Rufián o cualquiera de esa patulea? Pues eso.
S.Johnson
¿Se imaginan la que estarían armando los "medios" de tendencias levógiras si un político o personaje de derechas en apenas cinco años hubiera pasado de vivir en un pisito subvencionado de un barrio obrero a un chalet con piscina en la sierra? Es lo que se llama OPINIÓN PUBLICADA para consumo de adictos. También "comida de coco" o bazofia para incondicionales.
shadowmaker
Yo, si miro a Galicia, me convenzo aún más si cabe de la necesidad de evitar a ese psoe azulillo. ¿Alguien ha probado a escolarizar a sus hijos en español en Galicia sin que le cueste un ojo de la cara en cualquier centro privado? Las normas lingüisticas gallegas están al mismo nivel -cuanto menos- que las catalanas. Obras son amores, y no buenas razones. Yo no puedo confiar en un individuo que ha provocado lo anterior y que promete todo lo contrario.
Mon92
Es posible que Vox se vaya diluyendo como un azucarillo, como piensan algunos. Yo no sé lo que pasará con ese partido, pero yo sí sé lo que yo, antigua votante del PP y actual votante de Vox, voy a hacer: Jamás volveré a votar al PP, porque para votar izquierda vergonzante, prefiero quedarme en mi casa el día de las elecciones.
maullador
Tienes toda la razón, al igual que le pasa a Podemos, VOX se irá diluyendo como un azucarillo en la política. El ciudadano medio no le gustan los extremismos, y la radicalización no lleva a ninguna parte más que a las rupturas y la falta de acuerdos. Lo que se necesita son buenos gestores de lo público,trabajo y crecimiento económico.,y consensos.
Boyevik
Buen día, "Bilches", que diría nuestro Teniente y saludos al personal. Si tienes trato personal con D. Jesús y quereis recuperar los que fueron los mejores foros de un digital en España, hay que instalar el software que alguien decidió que no le gustaba porque daba mucho protagonismo a los lectores. Salvo que os hubieseis achicado ante una amenaza del "poder", que todo puede ser. Solo hay que analizar el hecho de que los poderosos jefes del sicario que manda en España echaron de todas las redes sociales a Trump, Presidente de los Estados Unidos, mientras mantenían sin problemas las cuentas de los jefes del ISIS, por poner un ejemplo. Yo os visito de vez en cuando por si hubiése sonado la flauta. Y es que los foristas trabajábamos gratis ara esta casa y nos habeis tratado muy mal. Tú, que bajabas a la arena con nosotros, lo sabes. Un cordial saludo.
Wesly
Los hechos ciertos que describe el articulista permiten deducir, sin demasiadas dudas, que la izquierda patria pretende cambiar el marco de convivencia plasmado en la Constitución por unas normas nuevas, sus normas, basadas en dogmas de fe irracionales que pretenden imponernos por las buenas o por las malas, saltandose la legalidad. Para ello pretenden deslegitimar a todas las instituciones que tienen como fin impedir la arbitrariedad y la impunidad con la que pretenden imponer su dictadura. La monarquia, el Poder Judicial, la oposición son enemigos a batir para estos aspirantes a dictador.
Talleyrand
Buen articulo. España es una anomalia en Europa en desajustes presupuestarios, en paro, en clase dirigente falsaria...y el Nobel Price se lo lleva el Psoe aunque el Pp mejora adecuadamente y la ultraizquierda parece salida del armario de los horrores de los años 50 y la guerra fria. Un problema a la hora de votar para los no adictos a ninguna secta hartos ya de tanto voto tirado a la basura de Gurtel, EREs, Pruseses, etc etc Personalmente pienso que el regeneracionismo siempre ha fracasado en España y que solo los cambios bruscos generan -con suerte- epocas de prosperidad y cambio al romper las ataduras de un modelo de corrupcion "avanzado"como es el nuestro. Veremos....