Opinión

¡Fusilad a los pijos machistas del Colegio Mayor Ahuja!

Los gritos machistas y ofensivos en un colegio mayor de unas decenas de adolescentes con las hormonas desatadas y recién liberados de la tutela paterna no pueden convertirse en un crimen de lesa humanidad por mucho que algunos lo pretendan

Putas, salid de vuestras madrigueras como conejas, sois unas putas ninfómanas, os prometo que vais a follar todas en la capea, ¡vamos Ahuja!". Los cánticos machistas de varias decenas de estudiantes con las hormonas desatadas en un colegio mayor se han convertido, por obra y gracia de las redes sociales y los medios de lo políticamente correcto, en lo más grave que ocurre en este país. Y con la que está cayendo a diario…

Gracias a la SER, un vídeo que estaba en redes desde el domingo por la noche se ha convertido en la demostración del atraso en materia de género de todo un país, de que la derecha en España sigue siendo carca y machista -"de ese colegio mayor salen los cayetanos, los fiscales y los políticos", llega a decir una lumbrera tuitera- , que se comete "terrorismo sexual" (palabra de ministra) y que si, en las próximas elecciones, a los españoles les da por votar a la derecha, lo de Irán y el velo (aunque sobre esto guarden un ominoso silencio en Podemos y en el Ministerio de Montero) va a ser un broma para lo que se va a cernir sobre las mujeres españolas.

Sobre la patochada machista de los estudiantes imberbes del colegio mayor Ahuja se han cernido las siete plagas. El presidente del Gobierno, que guardó silencio sobre los asesinatos de inmigrantes de su socio marroquí en la valla de Melilla y que, cuando habló, dijo que había sido ‘bien resuelto’, ha reaccionado veloz: “Ni un paso atrás. Las políticas de igualdad son necesarias. ¡Basta ya de machismo!”.

Colegio mayor, lapidación mediática

Con él ha reaccionado Irene Montero, la que tardó 8 días en cuestionar el asesinato de la iraní Mahsa Amini por la policía de la moral de Teherán. Y, por supuesto, los tertulianos estrella de la izquierda que rechazan la posibilidad de atacar a su patrón en La Sexta por los audios de Villarejo, no dudan en sumarse y alientan la lapidación mediática de los patosos del colegio mayor Ahuja porque tienen, además, un estigma peor: son de derechas y allí se alojó nada menos que Pablo Casado. Prueba, sin duda, de que son más culpables.

Efectivamente, el  exlíder del PP formó parte, en su momento, de los estudiantes que se alojaron en el colegio mayor de los Agustinos –una orden religiosa, otro dato más que apuntala, sin duda, su culpabilidad-. Lo que no dicen es que su hoy mujer, Isabel Torres, era una de las colegialas alojadas en el colegio de enfrente, una de esas ‘conejas’ a las que acosaron desde las ventanas. Se ennoviaron, se casaron y hoy son felices.

Vídeo y respuesta de las colegialas

Frente a tanto golpe de pecho, las propias colegialas a quienes se dirigían los improperios, el colegio mayor Santa Mónica, han emitido un comunicado, en el que aseguran que "pese a la gravedad de sus palabras" "se ha creado una impresión de odio y machismo que no puede estar más lejos de la realidad". Y piden "respeto a los medios" ante "un vídeo viralizado sin entender su contexto". Además, han difundido la grabación de ellas 'respondiendo' esa noche a los colegiales y demostrando, como afirma el comunicado, que "se trata de una tradición entre colegios". Poco trauma, pues. Pero nada impide ya que la bola política se agigante y la lapidación continúe.

El colegio mayor Ahuja ha expulsado al estudiante que llevó la lamentable voz cantante para intentar aplacar a las hordas mediáticas y políticas. Si hubiera –como dice- aplicado su código disciplinario habría tenido que expulsar a todos los estudiantes que participaron y jalearon las barbaridades dialécticas del ‘líder’: pero eso, en octubre, habría supuesto la ruina. Así que, mejor una cabeza de turco y que los demás acudan a cursos de igualdad de género pero que sigan pagando religiosamente –nunca mejor dicho- la nada barata mensualidad.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, también se ha pronunciado –no parezca que el silencio hace cómplice a la derecha de machismo, acoso a las mujeres, etc- y tras condenar la actitud "denigrante, machista y repugnante" de alumnos del  colegio mayor, pide suspender la capea “como muestra de arrepentimiento”. “Esos jóvenes –sigue- tienen un comportamiento lamentable que no debe caber en la sociedad madrileña, y que la juventud no los exime de tener ese comportamiento". La juventud, siempre se ha dicho, es una estupidez que se cura con el tiempo. Y que todos hemos pasado.

Una vulgar gamberrada colectiva juvenil convertida en lo más grave que está pasando es una corrupción absoluta de las prioridades, la política y la información"Carlos Martínez Gorriarán

Nadie duda que varias decenas de universitarios recién llegados de provincias y liberados de la tutela paterna al colegio mayor son capaces de las mayores gamberradas, con poco gusto y especial exhibición de decibelios y palabras malsonantes. Pero tampoco hay duda de que el que sea un colegio ‘de pijos’, religioso y que, para más inri, albergó a un Pablo Casado pasado de hormonas, ayuda en la cacería. Ojalá erradiquemos estos comportamientos en nuestros  jóvenes, pero no caigamos en la trampa de convertir este episodio magnificado en un crimen de lesa humanidad…

Los gritos son lamentables, sí. Deberían pedir disculpas, también. Pero como decía este mismo jueves Carlos Martínez Gorriarán en Twitter, “una vulgar gamberrada colectiva juvenil convertida en lo más grave que está pasando (¿nos acordamos de la falsa alarma veraniega de los pinchazos de drogas sexuales?) es una corrupción absoluta de las prioridades, la política y la información abducidas por Sálvame y esa basura”. Amén.

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