Elon Musk ha revelado un terrible escándalo que, de no ser por él, permanecería silenciado tanto por las autoridades británicas como por los medios de dicho país. Se trata de la violación sistemática a la que fueron sometidas más de 1.500 niñas a manos de paquistaníes durante décadas. Según Musk, “en nombre de lo políticamente correcto, el gobierno británico ha hecho todo lo que ha podido para ocultar estos delitos. En el Reino Unido, los delitos graves como la violación requieren la aprobación de Fiscalía para que la policía pueda presentar cargos. Pero la persona que estaba al frente de la misma cuando se permitía que las bandas criminales explotasen sexualmente a las niñas impunemente entre el 2006 y el 2013, Keir Starmer, no lo hizo”. Starmer, ahora Primer Ministro y entonces Fiscal General, insistimos, consideró -y considera- que sacar a la luz esos hechos era “favorecer a la extrema derecha”. ¿Les suena? El progresismo prefiere que se viole a niñas antes que reconocer la verdad.

Estamos hablando de una poderosa red de explotación sexual que, además de violaciones, incluía matrimonios forzosos, prostitución e incluso asesinatos. No quiero entrar en detalles escabrosos, pero son realmente atroces. Ah, pero lo importante es preservar la diversidad y, singularmente, que a la extrema derecha no se le dé la razón. Por eso Starmer rechazó una y otra vez lo que estaba pasando, aunque era plenamente conocedor de los hechos. Los memorándums elaborados por Scotland Yard -más de cien- e incluso varios dossiers confeccionados con exhaustividad por el MI5, el contraespionaje británico, que alertaban de la impunidad de los criminales, así como la cobertura para yihadistas que suponía aquella trama, no sirvieron de nada. A día de hoy, Starmer se niega a que se investigue. Y mucho menos a dimitir, claro.

Como dato mata relato, en Gran Bretaña la policía, que recordemos que tan solo cumple órdenes, ha emitido “simples advertencias” contra 45 musulmanes violadores y 1.585 agresores sexuales; en cambio, se dieron mucha prisa para detener a dos padres que intentaban rescatar a sus hijas de la red de prostitución aludida o a poner a disposición judicial y encarcelar al activista Tommy Robinson

Todo, menos reconocer la verdad irrebatible que sirve tanto para GB como Alemania, Francia, Italia o España: el pretendido modelo multicultural, la alianza de civilizaciones y demás consignas progresistas han resultado una catástrofe monumental, trayendo a Europa guetos en los que un europeo blanco no puede poner un pie -mucho menos una mujer-, aumento de la criminalidad, ocupación del espacio público y el imperio del crimen. Como dato mata relato, en Gran Bretaña la policía, que recordemos que tan solo cumple órdenes, ha emitido “simples advertencias” contra 45 musulmanes violadores y 1.585 agresores sexuales; en cambio, se dieron mucha prisa para detener a dos padres que intentaban rescatar a sus hijas de la red de prostitución aludida o a poner a disposición judicial y encarcelar al activista Tommy Robinson, que lleva meses en presión por “desestabilizar” la política británica. Es decir, por explicar a la gente lo que pasa.

Son colaboradores de los criminales y, por tanto, tan criminales como ellos. Cuando una diputada laborista exige a las víctimas de que se callen por el bien de la diversidad demuestra una actitud tan depravada y nauseabunda como la del violador. Los medios callan. ¿Saben ustedes que hay más de medio millar de concejales islámicos en el RU, todos laboristas? ¿Saben que más de cuatro millones de ciudadanos británicos se reclaman musulmanes? ¿Saben que el alcalde de Londres, Sadiq Khan, musulmán y laborista, quiere “Influir en procesos electorales para garantizar una mayor presencia de musulmanes en el ámbito político británico”? ¿Saben que Afzal Khan, presidente de la Red Laborista Musulmana, afirma que en los próximos comicios se disparará la cifra de diputados laboristas musulmanes, superando la actual cifra de 19? Claro que no lo saben porque los medios españoles también callan como muertos. Como tampoco sabrán que en Cataluña la mayoría de reclusos son extranjeros sin DNI nacional, un 75,43% exactamente, y que su procedencia abrumadoramente mayoritaria es marroquí. Pero no lo digamos, porque lo más importante es, ya saben, preservar el bien de la diversidad.

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