Opinión

Trump nos empuja hacia China

La tentación de Sánchez de correr a pactar ya con Xi Jing Ping para darle en las narices al estadounidense no resta a la ‘jugada’ un ápice de riesgo para España

  • Trump le muestra el camino a Sánchez

A este Pedro Sánchez en apuros domésticos le ha venido Dios (Donald Trump) a ver con esa puesta en escena tan saturnal con la que el presidente estadounidense ha inaugurado un mandato en el que no deja pasar un día sin su emoción correspondiente: la jornada en que no entierra ocho décadas de simbiosis -más que de relación trasatlántica propiamente dicha- con la Unión Europea o insulta a su ex aliado Volidimir Zelenski, emite una docena de órdenes ejecutivas sobre aranceles y contra inmigrantes y funcionarios díscolos, a cual más disparatada; mientras, ese Austin Power suyo con motosierra en que se está convirtiendo el hombre más rico del mundo, Elon Musk, sale a su patio trasero (la red social X de su propiedad) a decir tonterías para deleite de terraplanistas de todas las latitudes deseosos del advenimiento de no se sabe muy bien qué.

Creo que hasta los malos oficiales, Vladimir Putin y Benjamin Netanyahu tanto monta monta tanto, empiezan a verse superados por los acontecimientos, incapaces de digerir tal cantidad de éxito militar y geoestratégico gratis total... Pues no va el héroe naranja de Santiago Abascal y otorga de salida antes de sentarse a hablarlo con nadie, a uno la mitad de Ucrania que no ha destruido -incluida Crimea- a condición de quedarse EEUU con las tierras raras que haya en Kiev y alrededores; y al otro, al primer ministro hebreo, la piedra filosofal para salir del atolladero histórico y sentimental en el que andaba metido después de convertir Gaza en una escombrera. Si Sun Tzu levantara la cabeza...

Había que ver la cara de incredulidad de Netanyahu escuchando en ese sancta sanctorum de la democracia que siempre fue el Despacho Oval de La Casa Blanca cómo su anfitrión desgranaba a los periodistas lo que quiere que sea ese delirante Marina D´or de Oriente Medio para millonarios que sólo anida en su imaginación. Mientras Netanyahu le escuchaba atónito improvisar que le va diera los terrenos movía la cabeza arriba/abajo afirmativamente como esos perros decorativos que llevábamos en la bandeja trasera del coche familiar allá por los 70. Así se las ponían a Felipe II, debió pensar el huido del Tribunal Penal Internacional en medio de semejante desparrame genocida.

Ante tanto despropósito, no es de extrañar que nuestro presidente se levante cada mañana dispuesto a disfrazarse de Capitán Trueno del sentido común. Porque, sí, convengamos que nuestro Sánchez nos las ha hecho y nos las hace muy gordas -ha amnistiado a los que dieron el golpe en Cataluña con el referéndum ilegal del 1-O, gobierna con una organización como Bildu que todavía no ha condenado los asesinatos de ETA- pero todo eso palidece ante la barbarie personificada en un tipo que quiere cambiar la historia sin que el resto del  mundo se lo haya pedido. 

Así que, ante tanto despropósito ignorante, no es de extrañar que nuestro presidente del Gobierno -o cualquier otro de los europeos que tenga en estima la convivencia y el orden internacional- se levante cada mañana desde hace un mes dispuesto a disfrazarse de Capitán Trueno del sentido común anti-MEGA (Make Europe great again), es decir, la mayoría de los que vivimos a este lado del Atlántico, como acaban de demostrarles al héroe naranja y su Austin Power Musk los alemanes en las elecciones del domingo.

Porque, síendo muy cierto que nuestro Sánchez las ha hecho y nos las ha hecho muy gordas a los españoles -amnistiar a los que dieron el golpe en Cataluña con el referéndum independentista del 1-O y gobernar con una organización como Bildu que una década después de la desaparición de ETA todavía no ha condenado los asesinatos-, siendo muy cierto todo eso, palidece ante la defensa de la barbarie por parte de un tipo que sí, que habrá obtenido el voto de 77 millones de estadounidenses, pero no el de los otros 70 millones que pueblan aquel vasto país; ni mucho menos la aquiescencia del resto del mundo.

Aznar, a degüello contra Abascal

Trump no es nadie para regalar Ucrania a Putin y ningunear a los europeos, y lo que está consiguiendo es que todo, empezando por España, acabe en brazos de la China de Xi Jing Pin, que no es la quintaesencia de la democracia, no, pero, por lo menos, no va por ahí de matón de discoteca al que solo Abascal y los suyos aquí en España le ríen las gracias. Hasta la FAES de José María Aznar, el español que más y mejor influencia ha tenido en la política estadounidense, ponía este lunes a Vox a caer de un burro porque "anda el trumpismo patrio hecho un mar de dudas".

"Lógico: así, a simple vista no parece muy patriótico ni de derechas aplaudir aranceles de represalia contra productos españoles; tampoco secundar -por activa o por pasiva- la victoria de un ex coronel del KGB. Confundir la Rusia de Putin -una cleptocracia mafiosa- con el cumplimiento de las promesas de Fátima es tan pintoresco como fiar al cliente de Stormy Daniels (pseudónimo de,la prostituta que acusa a Trump de usar sus servicios) la restauración de la moral tradicional" (sic), relata la FAES de Aznar, no Podemos...insisto.

Uno se imagina al inquilino de La Moncloa comiendo palomitas y desternillado mientras ve el espectáculo de la derecha española despellejándose a cuenta del "cliente de Stormy Daniels" (sic) y hasta comprende la humana tentaciòn presidencial de unirse a la juerga dándole en las narices con un acuerdo marco hispano-chino como el que se dispone a firmar Sánchez en Pekín allá por el mes de abril...pero, cuidado, que Trump sea, o eso nos parece, un descerebrado, no le quita ni un ápice del enorme poder que atesora todo inquilino de la Casa Blanca

Uno se imagina al inquilino de La Moncloa comiendo palomitas y desternillado mientras ve el espectáculo de la derecha española despellejándose a cuenta del "cliente de Stormy Daniels" (sic) y hasta comprende la humana tentaciòn presidencial de unirse a la juerga dándole en las narices con un acuerdo marco hispano-chino como el que contaba aquí este lunes Isaac Blasco se dispone a firmar Sánchez en Pekín allá por el mes de abril...pero, cuidado, que Trump sea, o eso nos parece, un descerebrado, no le quita ni un ápice del enorme poder que atesora todo inquilino de la Casa Blanca; y un giro brusco de nuestra política exterior hacia china, empujados por el despropósito trumpiano, puede acabar pagándolo España como paìs y su economìa.

¿Alguien se imagina lo poco que le costaría a Trump poner aranceles a todos nuestros productos -ya lo ha hecho con los del campo, el acero y los molinos de viento renovables- mientras rearma a ese vecino insaciable que es Marruecos con aviones de última generación como son los F-35 para que nos haga la puñeta en el Sáhara y, en última instancia, desestabilizar Ceuta y Melilla?... Solo por eso, el presidente del Gobierno no debería ceder a la tentación de abanderar ningún movimiento anti MEGA en el continente. Basta con situarse en su sitio ante los matones que han sido, son y serán.

Puede el presidente usar internamente a Trump para pillar a contrapié a su rival, Alberto Núñez Feijóo, engrandeciendo políticamente, de paso, a un cada vez más entregado a la causa yankee Abascal, sabedor Sánchez de la mala prensa que esto tiene en una gran parte de la población española y no solo de izquierdas; puede, sí, pero sin comprometer la posiciòn de España porque acabaríamos pagándolo muy caro en la balanza comercial con semejante salto sin red. Sé que no es fácil, que el equilibrio entre no llegar y pasarse es difícil, pero le va/nos va mucho en ello. 

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