Vaya usted a saber cuáles son las razones que mueven a un individuo a usurpar una identidad ajena. Averigüe usted, si tiene un momento, mientras sumerge la galleta en el café, ya frío, cuáles son los verdaderos motivos que podrían arrastrar a

¿Se puede culpar a alguien por tener miedo? ¿Se puede acusar de cobardía al inocente por echar a correr despavorido en mitad del almuerzo? ¿Quién no ha sentido alguna vez un terror indefinido al subir de un tirón la persiana y creer divisar una manchi

Existe un gran número de personas que confían en los políticos, que encuentra en ellos al pastor que cuida amorosamente de su rebaño, o, por expresarlo de una forma más sencilla, que cree en la política, en los beneficios y las virtudes de la polític

Qué sencillo es gobernar, y cuánto estorba la torpeza. El pueblo, esa heterogénea y ruidosa familia condenada a la buena avenencia, al partimiento íntimo del piñón, necesita sentirse satisfecho y contento, y cuánto disturba la impericia del dirigente

A poco que uno pinche con un tenedor la invisible burbuja que lo rodea, podrá comprobar que los gruesos ríos de hiel que serpentean por los cauces sinuosos de las redes —ese almacén imaginario que viene a ser como un cajón de sastre de la informática

Qué noble y gran objetivo, qué digna aspiración, qué magnífica empresa llevamos a cabo tratando de esquivar el paso del tiempo. Tratando de esquivar, en concreto, los efectos demoledores del paso del tiempo en nuestro cuerpo, en nuestr

Hay razones de sobra para temer una vibrante revolución audiovisual en la península. El ansia cosquilleante de instaurar siempre un contrapeso, la necesidad atávica del equilibrio natural, todo eso aflora,

Derribar una estatua no es una proeza cualquiera. Se necesita empeño, ignorancia y cobardía. Al contrario del que lleva a cabo una pintada nocturna, el zoquete derribador de estatuas precisa

El ser humano es vulnerable, es frágil como el más tierno cristal, es cobarde, asustadizo y de crispado pulso, es contradictorio y caprichoso, es sensible al dolor y a la

Muy probablemente, en gran medida, estamos asistiendo hoy a la tan temible cosecha de los frutos podridos, estamos contemplando a nuestro pesar la conversión natural e inevitable de aquellas semillas

El inocente entusiasmo del ser humano —particularmente, en esta variante peliaguda que es el homínido español— es digno de concienzudo y laborioso estudio. Aquella ingenua aseveración, la de que saldríamos mejores de