Fumata blanca en Novartis. La compañía farmacéutica ha llegado a un principio de acuerdo con sus trabajadores para aprobar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que finalmente afectará a entre 60 y 65 empleados, según las fuentes consultadas por Vozpópuli. La cifra es sensiblemente inferior a los 92 despidos que la multinacional puso sobre la mesa hace casi dos meses, cuando anunció la puesta en marcha del ERE.
La farmacéutica suiza ha concentrado los despidos en el área de respiratorio, fundamentalmente en la red de ventas. Estos son los profesionales de visita médica que se relacionan directamente con los profesionales sanitarios de hospitales, ambulatorios y centros de salud para presentar los productos y explicar su funcionamiento. La compañía se ha visto afectada por la pérdida de algunas patentes que han pasado a ser medicamentos genéricos así como algunos proyectos de investigación que no se han revelado lo suficientemente eficaces como para ser comercializados. "Las causas que motivan esta reestructuración son organizativas y productivas", señaló la farmacéutica en un comunicado difundido a principios de septiembre.
Tras llegar a este punto de encuentro, los términos del ERE deben ser validados de forma oficial por las autoridades laborales, algo que previsiblemente ocurrirá en los próximos días.
Preguntado por este asunto, Novartis confirma que se ha llegado a un principio de acuerdo, pero ha rechazado aportar más detalles y recuerda que el ERE todavía no está totalmente cerrado. Fuentes sindicales apuntan que la compañía ha estado asesorada por Simmons & Simmons. El despacho ha declinado comentar esta información.
Venta de dos fábricas
La aprobación del ERE se produce apenas un mes después de que la compañía acordase la venta de sus plantas de Barberà del Vallès y El Masnou, las dos más grandes de las siete que tiene en España. El comprador fue Siegfried, una compañía especializada en la fabricación de productos farmacéuticos para terceros.
La transacción implica que los cerca de 1.000 trabajadores que emplean estas fábricas (alrededor de 600 empleos en una y 400 en otra) pasan también a manos de Siegfried, que ha mantenido todos los puestos. En consecuencias, en apenas dos meses Novartis ha reducido en más de un tercio su plantilla en España, que era de algo más de 3.000 personas antes de estos movimientos.
Tras esta operación, Novartis mantiene las fábricas de anti-infecciosos en Barcelona y las de radiofármacos en Zaragoza, Murcia y Barcelona. No obstante, las plantas vendidas seguirán dando servicio a Novartis, si bien también darán servicio a otras empresas.