El gigante farmacéutico AstraZeneca ha perdido contra el laboratorio israelí Teva ante los tribunales en una batalla judicial por la patente de uno de sus mayores éxitos, el medicamento contra el cáncer de mama, Faslodex.
Según una sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona, fechada el pasado 19 de noviembre a la que ha tenido acceso Vozpópuli, la farmacéutica británica demandó en 2016 al laboratorio israelí -que es el mayor fabricante de genéricos del mundo- por infringir la patente de uno de sus medicamentos contra el cáncer de mama.
En particular, el fármaco donde se centra la disputa judicial es Faslodex, cuyo principio activo se conoce como Fulvestrant. Esta terapia contra el cáncer de mama, en la que el laboratorio británico ha invertido millones es lo que se conoce en la industria como 'blockbuster' o súperventas recientemente a nivel mundial, con más de 500.000 millones de facturación anuales. Esto supone cerca del 3% de los ingresos totales de AstraZeneca.
Inyección contra el cáncer de mama metastásico
Este medicamento, que consiste en una inyección hormonal destinada al tratamiento del cáncer de mama metastásico, es conocida por producir muy pocos efectos secuendarios en sus pacientes en comparación con la quimioterapia.
Es por ello que cuando la patente en los diferentes países ha empezado a llegara su fin, son muchos los laboratorios de genéricos que han comenzado a sacar su propia versión de esta inyección, ya que los beneficios económicos y médicos han quedado altamente demostrados. Mylan, otra farmacéutica muy potente en la fabricación de genéricos, acaba de sacar su propia versión. Sandoz, la filial de genéricos de Novartis, también.
De acuerdo con la sentencia, AstraZeneca demandó hace varios años a Teva por solicitar la aprobación de la Agencia Española de Medicamentos del Ministerio de Sanidad de un medicamento genérico a base de Fulvestrant. La AEMPS le dio luz verde el 20 de octubre de 2016. Varios meses después, comenzó a comercializarlo, el uno de julio de 2017.
Medidas cautelares
El Juzgado de lo Mercantil de Barcelona acordó entonces poner en marcha medidas cautelares contra Teva, que tuvo que solicitar al Ministerio de Sanidad que no incluyese su nuevo lanzamiento en el SNS, al tiempo que tuvo que detener su comercialización, perdiendo bastante dinero.
Teva se opuso en los tribunales ante las medidas cautelares y el 18 de julio de 2018 el juzgado encargado del caso le dio la razón, dejando sin efecto la retirada del medicamento. Poco después, AstraZeneca recurrió dicha sentencia ante la Audiencia Provincial de Barcelona, que ha vuelto a darle la razón a Teva por considerar que las patentes presentadas ante el tribunal -y que caducan en 2021- no eran válidas como prueba en este caso.
Este tipo de procedimiento no es único en su especie, sino que en los últimos años AstraZeneca ha puesto en marcha litigios contra varios laboratorios de genéricos en Estados Unidos y Alemania, entre otros países, donde el gigante británico también ha perdido. En el caso de Estados Unidos, llegó a un acuerdo extrajudicial el pasado mes de junio, mientras que en Alemania su último recurso ha sido desestimado.
Que una farmacéutica demande a laboratorios de genéricos a punto de sacar al mercado un equivalente de uno de sus medicamentos más relevantes es una práctica habitual en la industria farmacéutica. Gracias a las medidas cautelares que en muchas ocasiones se imponen, las grandes farmacéuticas logran extender el periodo de exclusividad un poco más.