El análisis de las imágenes de las cámaras de seguridad realizado por peritos expertos en accidentes ferroviarios para Associated Press revela que el tren no frenó cuando cogió la curva de A Grandeira sino que entró en la curva acelerando. Según ese análisis pericial, la maniobra habitual en ese tramo debiera ser de freno y nunca de aceleración.
Los expertos ratifican, además, la versión de que el tren superaba la velocidad establecida para ese tramo de vía. Basándose en la distancia que el tren recorre entre las columnas laterales de las vías, una distancia estándar y reglada, la velocidad del tren oscila entre un mínimo de 144 kilómetros por hora y un máximo de 192 km/h.
El conductor aseguró que la velocidad era excesiva
El conductor del tren Alvia siniestrado anoche cerca de Santiago reconoció que iba a una velocidad excesiva, de en torno a 190 kilómetros por hora, en la zona limitada a 80, según las comunicaciones por radio en las que aseguró que iba a mucha mayor velocidad de la que indicaba la curva en la que se produjo el accidente.
Fuentes de la investigación han explicado este jueves a Efe que, tras el accidente, el conductor del tren admitió también que iba a esta velocidad de unos 190 kilómetros por hora en una conversación que mantuvo con el delegado del Gobierno en Galicia. La Policía y técnicos de infraestructuras viarias investigan desde anoche las causas del accidente, en el que han muerto al menos 77 personas y otras 130 han resultado heridas, según los últimos datos ofrecidos por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
Dos investigaciones paralelas
Ahora, dos investigaciones trabajan de manera paralela para esclarecer los hechos: la judicial y la de los técnicos de accidentes de Renfe y Adif. Será el juez el primero en analizar las dos cajas negras del tren en las que están registrados los datos de velocidad y las conversaciones del maquinista con el centro de control.