¿Podría ser un lugar subterráneo un hábitat temporal o permanente para el ser humano? ¿Para refugiarnos de los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático? ¿O para protegernos de las radiaciones y de las temperaturas superiores a 100 °C de Marte?

El equipo que descubrió la nueva forma geométrica de los escutoides describe ahora el principio que rige la conexión de las células entre sí para formar tejidos y órganos.