La Iniciativa Legislativa Popular (ILP) es la única fórmula que tienen los ciudadanos de participar en la actividad legislativa de las Cortes. Para poder presentarla se requieren 500.000 firmas, que el acuerdo suscrito entre el PSOE y Ciudadanos propone rebajar a la mitad, aunque la realidad confirma que prácticamente todas son rechazadas. Sólo 2 de las 94 presentadas desde 1983 se han convertido en leyes.