El marido de la modelo ha sido condenado finalmente por haber hecho trampas en el llamado caso Deflategate o el escándalo de los balones desinflados. Tom Brady no podrá jugar en los cuatro primeros encuentros y su equipo tendrá que pagar un millón de dólares de multa. Un duro golpe para él, considerado uno de los jugadores más valiosos de la Super Bowl pero también para Gisele Bündchen porque cree que esto podría afectar a su matrimonio.