Sánchez debiera poner a trabajar cuanto antes a los miembros de su Gobierno en la racionalización del gasto en lugar de hacer presupuestos de ingresos tributarios de ciencia ficción

El Estado y las comunidades autónomas han invertido en 2015 un total de 1.870 millones de euros en las televisiones públicas, unos medios de comunicación caros, endeudados en su mayoría, con una audiencia escasa y cada vez más desacreditados como consecuencia del sesgo de la información que ofrecen. Su cuota de pantalla ha alcanzado este año mínimos históricos y sus escándalos por manipulación han llegado incluso a las instituciones europeas y a la prensa internacional.