El presidente de Unidad Editorial trata de seducir con altas indemnizaciones a los hombres de confianza del periodista riojano para que se planteen su salida del periódico. Su objetivo: desestabilizar su núcleo más cercano de poder para ir debilitando al director de cara a abril de 2014, cuando sus dueños italianos prevén un drástico plan de reestructuración.