El nuevo presidente del Gobierno afronta el reto de recuperar la credibilidad económica del partido socialista, para lo que ha dado los máximos galones a Nadia Calviño. Al igual que Zapatero, tiene el viento de cola por la dinámica económica y la amenaza de una crisis internacional

De ser uno de los colaboradores de Zapatero más respetados en las filas del PSOE, ha pasado a ser uno de los más criticados. Pocos aciertan a entender en las filas socialistas por qué Pedro Solbes ha intentado lavar su imagen exhibiendo una de las etapas económicas más polémicas y controvertidas desde el inicio de la Transición. El expresidente le ha dicho a personas de su confianza que no entrará al trapo.

“Es un perfil serio y riguroso, como Solbes, pero sabe que ahora toca más gasto público y no poner pegas”. El exvicepresidente Pedro Solbes hace suya esta interpretación que hizo un diario nacional cuando Zapatero le sustituyó en abril de 2010 por Elena Salgado. Esta mañana, Solbes ha presentado sus memorias y ha dejado claro que si el expresidente le hubiera hecho caso, España no hubiera estado colocada al borde del rescate.

La Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, entre cuyos miembros está el PSOE, según este colectivo, pide a la fiscalía que investigue presuntos delitos de prevaricación y tráfico de influencias relacionados con los fichajes de 26 ex altos cargos por el sector, entre ellos, Felipe González, Salgado, Solbes y Manuel Marín. Oficialmente, el PSOE se desmarca de la iniciativa.