Torbe, como se conoce al productor porno Ignacio Allende, ya sabe lo que es estar entre rejas. Permaneció en prisión provisional entre abril y noviembre de 2016, cuando pagó una fianza de 100.000 euros para quedar en libertad por una causa en la que acabó siendo condenado, acuerdo mediante, a dos años de prisión. Esta es la última condena de las tres que constan en sus antecedentes. En caso de una nueva sentencia en su contra, podría cumplir pena de cárcel por primera vez.
Esa posibilidad se ha abierto con la nueva detención del director de cine para adultos, esta vez investigado por delitos de agresión sexual, trata de seres humanos y detención ilegal. La Policía Nacional arrestó a Torbe el pasado 13 de febrero en el aeropuerto de Barajas, donde acababa de aterrizar en un vuelo procedente de La Habana (Cuba). El juzgado de guardia le dejó en libertad provisional sin medidas cautelares, pero el Juzgado de Instrucción número 44 de Madrid ha abierto diligencias por los citados delitos.
La última condena que le impuso la Audiencia Provincial de Madrid a dos años de cárcel por delitos de distribución de pornografía infantil, revelación de secretos y posesión de pornografía infantil le permitió no cumplir la pena en prisión, pero una nueva condena de cárcel en esta nueva causa le podría llevar, esta vez sí, entre rejas.
Los antecedentes de Allende se retrotraen hasta el año 2006, cuando, aún alejado del mundo de la pornografía, fue condenado a un año de cárcel por estafar, según la sentencia, a varias personas que llamaban al programa de televisión La Hora de Oro en busca de un premio en metálico. Allende, junto a otra condenada, desviaban llamadas a un número de teléfono distinto del del programa las llamadas para obtener "un mayor beneficio económico en detrimento del patrimonio" de las víctimas.
En 2008, apenas dos años después, llegó su segunda condena, la primera vinculada a su actividad en el sector de la pornografía. En concreto, fue condenado a otro año de prisión por corrupción de menores. El caso tuvo su origen en la denuncia de una joven contra Allende tras aparecer fotogramas de un vídeo de contenido sexual suyo pegados por todo su instituto. En esta ocasión, también libró la cárcel.
El 'caso Torbe'
Pero fue en 2016 cuando volvió a ser detenido en el caso más grave en el que hasta la fecha se ha visto implicado, tanto que se bautizó como caso Torbe. Su notoriedad era mayor y fue ampliamente comentado en los medios de comunicación. Otro hecho que multiplicó el interés del caso fue la implicación de varios futbolistas a los que Torbe habría enviado un vídeo de contenido sexual de una víctima que portaba la camiseta del Athletic de Bilbao y decía "¡Aúpa Athletic!" Fue la primera y única vez que,se vio entre rejas al permanecer entre abril y noviembre de ese año en prisión provisional.
La instrucción consiguió probar que Torbe sabía que esta joven era menor cuando grabó contenido pornográfico con ella. Según la sentencia confirmada por la Audiencia Provincial de Madrid, Allende también grabó con otra joven en 2012, cuando ella tampoco había cumplido la mayoría de edad. Además, el fallo consideraba probado que en su oficina la Policía encontró pornografía infantil con "violaciones" a "niñas de corta edad" e, incluso, a "bebés". Tanto el productor como otro condenado reconocieron que usaban estos archivos para "satisfacer su ánimo libidinoso y lascivo".
Este reconocimiento de los hechos permitió a Torbe llegar a un acuerdo con la Fiscalía por el que pactó una condena a dos años de cárcel. La pena de prisión no se ejecutó, pero una nueva condena de cárcel por la nueva investigación que se ha abierto a Allende puede llevarle de nuevo entre rejas.
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