La Policía Nacional detuvo el pasado jueves en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas al productor de cine porno Ignacio Allende, alias Torbe, por delitos de agresión sexual, trata de personas y detención ilegal, según han confirmado fuentes policiales. Esta detención se produce apenas un año y medio después de que fuera condenado por un juzgado de Madrid a dos años de prisión por pornografía infantil.
Según la información adelantada por El País, en esta nueva investigación los agentes de la Brigada Provincial de Extranjería se habrían basado, entre otros indicios, en una denuncia de una víctima que ha asegurado que vino engañada desde su país por Torbe y que, una vez en España, el productor la retuvo en un piso sin poder salir mientras, presuntamente, abusaba de ella.
El arresto -no es la primera vez que Torbe es detenido- se produjo sobre las 13:30 horas del día 13, cuando el productor de cine para adultos aterrizó en un vuelo procedente de La Habana (Cuba). La investigación fue llevada a cabo por la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Jefatura Superior de Policía de Madrid y los agentes practicaron el viernes una entrada y registro en su vivienda. Al día siguiente, el sábado, pasó a disposición judicial.
Allende ya tiene dos condenas a sus espaldas. La primera data de 2008, cuando fue condenado por un delito de corrupción de menores a un año de prisión. En el año 2016, fue detenido por pornografía infantil y un juzgado de lo Penal de Madrid, acabó imponiéndole, en 2023, una pena de dos años de cárcel. En este caso, Torbe llegó a un acuerdo con la Fiscalía por el que reconoció la comisión de delitos de distribución de pornografía infantil, revelación de secretos, y posesión de pornografía infantil. De esta forma, el productor evitó su ingreso en prisión.
Grabó con menores
La condena, que fue recurrida por las acusaciones, fue finalmente confirmada por la Audiencia Provincial de Madrid el pasado mes agosto. Los hechos probados de la sentencia recogieron que Torbe grabó un vídeo con una menor de edad en 2012 y lo difundió posteriormente, cuando ya sabía que la joven no tenía 18 años en el momento de la grabación. El fallo, asimismo, señalaba que, a finales de 2015, grabó otro vídeo con otra menor de edad, un material que se hizo viral con el nombre Aúpa Athletic, y que el productor de cine para adultos envió a varios futbolistas y se difundió en Internet.
Sobre otros hechos que también se enjuiciaron, la sentencia consideraba probado que en su oficina la Policía encontró pornografía infantil con "violaciones" a "niñas de corta edad" e, incluso, a "bebés". Tanto el productor como otro condenado reconocieron que usaban estos archivos para "satisfacer su ánimo libidinoso y lascivo".
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