La aparición de novedades en carretera es constante. Mientras que la Unión Europea trabaja en unificar criterios a la hora de conducir, la Dirección General de Tráfico -DGT- ultima los detalles de su nueva norma. Los conductores deben estar atentos y mantenerse informados de todas estas últimas novedades, pues desconocer la norma no exime de pagar la multa o sanción correspondiente. Pero, ¿en qué consiste esta nueva norma de tráfico? Se trata de una pequeña modificación de una norma ya existente, pero que tendrá un gran impacto a nivel nacional.
La normativa trata de castigar un acto de lo más habitual entre los conductores. Con el fin de ayudarse entre ellos, son muchos los avisos o grupos de Whatsapp y Telegram en los que es posible entrar de forma sencilla y mantenerse informado de incidencias en las carreteras de todo el país. Pero lo que puede parecer un acto inofensivo puede acarrear consecuencias desastrosas. Las autoridades advierten que, avisar de un control de tráfico no solo no es beneficioso para nadie, sino que puede aumentar la gravedad de un siniestro al aumentar la sensación de falsa seguridad del conductor temerario.
La nueva norma de la DGT
La DGT ultima el texto que endurecerá el castigo para quien avise a través de redes sociales o en chat de aplicaciones de mensajería en el móvil de la existencia de controles de alcohol y drogas en las carreteras. El objetivo es provocar el mismo efecto que el cambio en la tasa de alcoholemia: según informa el director de la DGT, los siniestros se han reducido en los últimos 15 días tras el anuncio de la nueva medida.
"El texto está, lo tenemos y vamos a prohibir la información de los controles de alcoholemia", ha apuntado el director de la DGT, Pere Navarro, durante la clausura del IX Foro Contra la Violencia Vial. La noticia no pilla de imprevisto a nadie: ya el pasado mes de junio, el ministro Marlaska avanzaba la intención de trabajar sobre esta práctica ilegal.
Para Pere Navarro, estas alertas son "un disparate" y "no tienen ningún sentido", pues suponen que un conductor bebido pueda eludir un control y provocar un siniestro en otra vía. "No le veo sentido a la figura de este listillo", ha defendido el máximo responsable de la DGT, que ha dejado claro que la norma está diseñada y pendiente de ver cómo se encaja jurídicamente.
En cifras
El endurecimiento de la normativa es más que necesario. Las cifras hablan por sí solas: los siniestros mortales en carretera ascienden a 847 tan solo en 2024. Así, 927 personas ya han fallecido por este motivo, datos muy similares a los de octubre de 2023, cuando huvo 941 muertes por siniestros de tráfico. Todo apunta a que las cifras serán muy similares a final de año: en 2023, 1140 conductores perdían la vida. Los motivos más frecuentes son errores humanos del uso de la vía, como estar distraído o fatigoso. Finalmente, es destacable la importancia del alcohol y las drogas entre los conductores, que continúan suponiendo un motivo destacable en este tipo de siniestros.