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El Gobierno abre cuatro vías para "esclarecer" las denuncias de espionaje

Bolaños ha acudido a la cita con el objetivo de trasladar a la Generalitat la "voluntad inequívoca" del Gobierno de "trabajar para que se esclarezcan los hechos"

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha anunciado este domingo cuatro medidas para "esclarecer" las denuncias de espionaje a más de 60 independentistas, entre ellas abrir un "control interno" del CNI, "desclasificar" documentos y constituir en breve la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso.

Las iniciativas del Gobierno, sin embargo, no han convencido a la Generalitat, que las considera "insuficientes", ya que insiste en reclamar "dimisiones" y advierte al Ejecutivo de Pedro Sánchez de que "si no se mueve", ERC no podrá prestarle apoyo parlamentario.

Tras una semana de tensiones a raíz de la denuncia de espionaje a través del programa de ciberespionaje Pegasus, la consellera catalana de la Presidencia, Laura Vilagrà, ha recibido en el Palau de la Generalitat a Bolaños para intentar reconducir la situación, un encuentro que se ha prolongado durante algo más de dos horas.

Bolaños ha acudido a la cita con el objetivo de trasladar a la Generalitat la "voluntad inequívoca" del Gobierno de "trabajar para que se esclarezcan los hechos" denunciados, "reafirmar el compromiso con el Estado de derecho" y reiterar su apuesta por el diálogo, por lo que ha puesto sobre la mesa cuatro iniciativas.

Para empezar, ha anunciado la "apertura de un control interno del CNI, a petición de este mismo organismo, para analizar las medidas existentes y su aplicación en este caso". En segundo lugar, ha garantizado la "plena disposición" del CNI a "facilitar y colaborar en las actuaciones" que iniciará el Defensor del Pueblo para analizar también las denuncias de espionaje.

Bolaños ha explicado asimismo que el Gobierno ha iniciado ya los contactos con los grupos parlamentarios para "urgirles a constituir la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso lo antes posible", con la participación de todas las fuerzas políticas "sin excepción", para que en este marco la directora del CNI, Paz Esteban López, "dé cuenta de este asunto y pueda aportar información y documentación".

Por último, el ministro ha asegurado la "plena colaboración del Gobierno con la justicia" y su "disposición a desclasificar documentación para esclarecer los hechos".

El Gobierno, ha dicho, "comprende la preocupación e inquietud" de las personas que han denunciado haber sido espiadas, pero lo que para Bolaños ha sido una reunión "cordial, sincera y correcta", para Vilagrà ha resultado ser un encuentro que "no ha ido bien". "No podemos estar satisfechos con las explicaciones. Son del todo insuficientes, vagas, inconcretas y de resultados inciertos", ha recalcado.

El ejecutivo catalán quiere saber ya "quién ordenó las escuchas" y "quién tenía conocimiento de este espionaje masivo", además de aclarar "qué se ha hecho con la información obtenida", obtener garantías de que esta situación "no se volverá a producir en un futuro" y conseguir las "dimisiones de los responsables".

"Si el Gobierno no se mueve, habrá consecuencias graves", ha advertido Laura Vilagrà, que ha insistido en que "un escándalo de esta magnitud no se puede gestionar de manera cosmética".

Para Vilagrà, la reunión de este domingo "no sirve para normalizar las relaciones" ni para garantizar el "apoyo parlamentario" de ERC al Gobierno en las Cortes: "Si esta era la intención, no lo han conseguido. Las confianzas están rotas", ha subrayado.

Si el Gobierno de Pedro Sánchez no da pasos en este sentido, "pondrán muy difícil la legislatura", ha sentenciado Vilagrà, que ha dado a entender que la mesa de diálogo está paralizada hasta que se resuelva este caso: "No podemos negociar con quien nos espía". El clima de tirantez por los acontecimientos de los últimos días se ha podido constatar en los gestos y la escenografía de la cita.

Vilagrà ha recibido al ministro en su despacho, aunque no en los sofás habitualmente reservados para recibir las visitas, sino en una mesa de trabajo, sentados frente a frente a una cierta distancia, desde donde ambos exhibían gesto serio antes del inicio del encuentro.

La reunión, según fuentes de la Generalitat, la han celebrado sin sus respectivos teléfonos móviles en la sala, a petición de la consellera, y, coincidiendo con el día después de Sant Jordi, el ministro ha ofrecido un obsequio a Vilagrà: el libro "En defensa de la conversación", de Sherry Turkle. Mientras se celebraba la reunión ha trascendido que el Defensor del Pueblo abrirá una investigación sobre el presunto espionaje.

La oficina del Defensor "está analizando las informaciones sobre una eventual utilización inadecuada de las herramientas de software Pegasus que hayan podido poner en riesgo el ejercicio de derechos fundamentales, en particular los relacionados con el derecho a la privacidad", han explicado a Efe fuentes de la institución.

El Ministerio de Defensa ha expresado su "total satisfacción" ante la decisión del Defensor del Pueblo de abrir una investigación que, según asegura, confirmará que el CNI ha actuado conforme a la ley, y ha dicho que tendrá acceso a toda la información que requiera.

Por su parte, desde Lalín (Pontevedra), el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha mostrado sorprendido por la reunión entre Bolaños y Vilagrà y ha pedido explicaciones al Ejecutivo. "Nos sorprende que las explicaciones las pueda tener ERC o simplemente un conseller del gobierno de Cataluña y que no las pueda tener el principal partido de la oposición", ha señalado Feijóo.

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