El nuevo brote de la viruela del mono, conocido como mpox, ha sido una de las mayores preocupaciones de la comunidad internacional en el último mes. El aumento de contagios en algunos países de África y su aparición en algunos países de Europa, como Suecia, hacía saltar todas las alarmas hasta que las autoridades llamaban a la calma: no es necesario establecer controles en las fronteras de los países, como tampoco lo es la vacunación masiva. Aún así, un estudio internacional ha revelado recientemente que un grupo de la población debe vacunarse contra la mpox a pesar de haberlo hecho previamente contra la viruela del mono.
El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha formado parte de la investigación, que ha concluido que, ante la falta aún de pruebas de que haberse vacunado de la viruela en la infancia proteja de la mpox, la población para la que está indicada esta última debe inmunizarse. Liderado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los profesionales hablan de la necesidad de mantenerse alerta en el caso de personas especialmente vulnerables a las patologías.
Riesgos y recomendaciones
"A las personas con alto riesgo de exposición se les debe ofrecer la vacuna contra la mpox, de acuerdo con las recomendaciones nacionales, independientemente de sus antecedentes de vacunación contra la viruela, hasta que se disponga de más evidencia", concluyen los investigadores, que urgen a hacer estudios similares con el clado I, que es el que ha desencadenado el actual brote en África.
La mayoría de los programas de vacunación europeos contra la viruela comenzaron a principios del siglo XX y se dirigieron principalmente a menores de 3 años, que algunos países complementaron con refuerzos en adolescentes y/o adultos jóvenes.
¿Por qué pueden aumentar los contagios de mpox?
La falta de vacunación desde esta década en la población europea, argumenta el estudio, que ha sido publicado en la revista Eurosurveillance, podría dar lugar a que una proporción cada vez mayor de personas sea susceptible al mpox y otros ortopoxvirus en África y otros lugares.
Aunque algunos estudios realizados en África en los años 80 apoyarían la hipótesis de que los programas de vacunación infantil contra la viruela proporcionaban cierta protección frente a mpox, ese efecto residual no está claro en la actualidad.
Aún así, la Organización Mundial de la Salud ha hecho un llamamiento a la calma y ha afirmado que es posible controlar y detener el brote. Para esto, los profesionales afirman que es necesaria "una respuesta internacional integral y coordinada". Tras esto, la organización cifraba en unos 120 millones de euros el fondo necesario para enfrentar el problema, el cual se espera que aumente en los próximos meses debido a la tendencia que han seguido los contagios en los últimos meses.
La identificación de la patología es sencilla debido a uno de sus síntomas, de lo más característico al sufrir un contagio de viruela del mono: erupciones cutáneas. Además de este, son varios los problemas de salud que surgen en la persona infectada, tales como fiebre, dolor de garganta, falta de energía y ganglios linfáticos inflamados, entre otros.
Efectividad de la vacuna
El estudio ha comparado el estado de vacunación frente a la viruela en la infancia en los casos de mpox detectados entre 2022 y 2023 en los nacidos en España antes de la década de los 80, cuando estaba indicada con la proporción de la población que la recibió según los archivos históricos.
El resultado de la comparación es una amplia variación en las estimaciones de la efectividad vacunal en los cuatro países analizados, que se mueve en una horquilla de entre el 42% y el 84%. La estimación conjunta de todos fue del 70 %. "Existe una gran incertidumbre y heterogeneidad en las estimaciones específicas de cada país", por lo que no se puede condicionar la vacunación contra el clado II de la mpox a haber sido vacunado de la viruela de niño, concluyen los investigadores.