Con las continuas subidas de la energía, la inflación, la confusión del mercado, tarifas poco adecuadas a nuestro perfil de consumo y un largo etcétera de situaciónes adversas, las facturas de suministros, sobre todo las de gas y electricidad suponen un gasto elevadísimo para muchos hogares y familias.
Pues bien, ante esta situación que viven gran parte de las casas, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado una serie de consejos sobre cómo algunos sencillos cambios en nuestros hábitos, que no supone un gran esfuerzo, se podría traducir en más dinero para nuestros bolsillos a final de mes.
Cómo ahorrar en tu factura de la luz
1. Revisar la potencia contratada
Según la OCU, buena parte de lo que pagas en tu factura es el término fijo que pagas en función de la potencia contratada: cada 1 kW de potencia supone como mínimo casi 35 euros al año, y puede ser bastante más dependiendo de la tarifa que tengas contratada. Si quieres recortar la factura de la luz, el primer paso es revisar qué potencia tienes contratada y ver si es de verdad la que necesitas.
Para poder saber si pagas más potencia de la que necesitas y nunca te salta el ICP (interruptor de control de potencia) que los nuevos contadores ya llevan integrados para controlar que no utilizas más potencia que la tienes contratada, es probable que puedas contratar algo menos de potencia y, con esto, arañar unos euros a tu factura sin que afecte a tu día a día.
2. Aprovechar las tarifas con tramos horarios
Aparte de las tarifas de electrecidad en las que se paga un único precio las 24 horas del día, también existen alternativas que cuentan con tres tramos horarios. Estas pueden resultar más interesantes si desplazamos algunos consumos más sencillos, como poner la lavadora o el lavavajillas, al horario valle (horas en las que regularmente se produce un menor consumo o uso). Las horas punta, que son las que interesa evitar, son de 10 a 14 horas y de 18 a 22 horas, en días laborales.
Las tarifas de electricidad en las que se paga un único precio las 24 horas del día son atractivas para los consumidores porque no tienen que pensar en qué tramo horario concentran su consumo, sin embargo, estas tarifas no tienen por qué ser las más interesantes.
3. Utilizar los electrodomésticos de forma eficiente
Usar bien los electrodomésticos no solo alarga su vida, con el consiguiente ahorro, sino que además permite reducir el consumo de energía.
- Elige los programas que funcionan a temperaturas bajas (al calentar el agua es cuando más consumen): los programas ECO del lavavajillas, o lavar a 40º C la ropa se traduce en un ahorro del 40% en luz.
- Vigila donde instalas frigorífico y congelador: cuida bien dónde está colocado (alejado de las fuentes de calor, con bastante espacio alrededor), no pongas el termostato a tope, aumenta su eficiencia evitando introducir alimentos calientes que suben la temperatura del interior.
- Puedes apagar placas eléctricas o el horno un poco antes de que acabe el tiempo de cocción y aprovechar el calor residual.
- Mantén bien limpios tus electrodomésticos: es clave para aumentar su eficiencia, y eso se traduce en euros.
4. El famoso 'stand by': nuestro mayor enemigo
La OCU recomienda que cuando dejes de usar un aparato, apágalo del todo, no lo dejes en modo stand by, porque, aunque mucho menos, sigue consumiendo. Si apagas del todo la tele, el ordenador, el cargador o el equipo de música cuando no los estés utilizando, recortarás en un 10% tu consumo energético, que para un consumo medio (de 3.500 kWh/año) supone más de 50 euros anuales.
5. Revisar bien qué tarifa escoger
Hacer una buena elección supone un ahorro determinante. Pese a ello, la confusión del mercado, la falta de transparencia, la información confusa que reciben los consumidores hace que en realidad muchos de nosotros no tengamos claro ni cuánto pagamos, ni a quién, ni por qué conceptos.
La OCU dispone en su propia página web de un comparador de tarifas de luz y gas para que puedas escoger la tarifa que más se ajuste a tu perfil de consumo. Tras las crisis energéticas vivida durante 2021 y 2022, conviven buenas tarifas con otras más caras que nunca.
Elegir bien tu compañía y tu tarifa puede suponer al cabo del año ahorros que superan los 500 euros para un hogar medio tanto en el suministro de electricidad como de gas.