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Los trucos que nunca te han contado para dormir bien en verano

Estos 10 trucos pueden ayudar a dormir bien en verano y evitar sufrir problemas de sueño con las altas temperaturas

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Con la llegada de las altas temperaturas, los problemas para conciliar el sueño aumentan. Aquellos que los sufren durante el resto del año los ven agravados, mientras que las personas que suelen dormir sin problema pueden llegar a tener insomnio, despertarse entre noche o no conseguir descansar correctamente. Pero lo cierto es que hay pequeños trucos y formas para mejorar la calidad del sueño y conseguir un mejor descanso.

Según la Sociedad Española de Neurología, entre un 20 y un 48% de la población adulta española sufre dificultad para iniciar o mantener el sueño. Entre los datos que aporta, el organismo habla de los trastornos del sueño más frecuentes entre los españoles. El insomnio es el más popular, seguido del síndrome de las piernas inquietas y del síndrome de apneas-hipopneas del sueño. Todas ellas deben ser tratadas por especialistas y profesionales de la salud.

Los 8 trucos para dormir bien en verano

En el caso de aquellas personas que, de forma localizada, tienen problemas para conciliar el sueño en verano, lo más probable es que las altas temperaturas sean las culpables. El calor extremo puede tener efectos negativos sobre la salud y provocar distintos síntomas como debilidad o agotamiento, pero también tener el efecto contrario al llegar la noche.

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Mantenerse hidratado y crear un ambiente lo más tranquilo y fresco posible puede ser clave para acabar con estos problemas. Estos son los 10 trucos y hábitos capaces de mejorar la calidad de sueño durante los meses estivales:

  1. Dúchate antes de dormir. En este caso, y a pesar de que pueda parecer contraproducente, la clave es no ducharse con agua demasiado fría. El agua tibia es ideal para igualar, en la medida de lo posible, la temperatura del cuerpo a la del exterior. Esto es así ya que, en el caso contrario, al salir el cuerpo genera más calor para combatir la pérdida de temperatura.
  2. Cena ligero. Optar por preparaciones sencillas y ligeras, y evitar elaboraciones pesadas es lo ideal para facilitar la digestión. Esto es lo ideal ya que, con comidas más pesadas, el cuerpo debe gastar más energía en el proceso, provocando así el aumento de la temperatura corporal.
  3. No bebas café ni utilices pantallas antes de dormir. Ambas acciones resultan excitantes. Los estímulos de las pantallas y la cafeína pueden dificultar la conciliación del sueño en situaciones normales, y empeorar el insomnio provocado por las altas temperaturas.
  4. Evita la actividad física a altas horas de la tarde. Al igual que el café, el ejercicio físico activa el organismo, y no ayudará a alcanzar la relajación si se hace demasiado tarde.
  5. Utiliza ventilador. Bajar la temperatura y refrescar la habitación es una de las mayores claves para poder dormir bien durante el verano. Para aquellos que quieran reducir sus gastos en la factura de la luz y evitar encender el aire acondicionado durante toda la noche, el ventilador puede ser un buen aliado.
  6. Abre las ventanas con la caída del sol. Mantener las persianas bajadas y ventanas cerradas durante el día permite bajar considerablemente la temperatura del hogar. Con la caída del sol, abrir para ventilar la casa -de forma cruzada, que es la mejor forma para hacerlo- ayudará a refrescarla.
  7. Cuanta más oscuridad, mejor. Las fuentes de luz pueden ser también fuentes de calor. Lámparas y bombillas elevan la temperatura de la casa, por lo que reducir su uso al máximo es una forma de ayudar a mantener la casa fresca.
  8. Hidrátate. Beber agua es otro de los factores principales. Tener lista una botella de agua fresca en la nevera para tenerla cerca durante la noche puede ayudar en este sentido, aunque hay que tener cuidado con esto, ya que no es bueno beber demasiado agua muy fría por calor excesivo. Los cambios bruscos de temperatura no son buenos para el cuerpo.

Seguir estos hábitos y consejo puede mejorar, a la larga, la calidad del sueño durante el verano. No obstante, si hay sospechas de que el problema va más allá y puede ser un trastorno del sueño, siempre es conveniente acudir al médico y seguir las directrices y tratamientos planteados por los profesionales de la salud.

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