El Bosco fue uno de los artistas más enigmáticos e influyentes de su época. El rey Felipe II fue un gran entusiasta de su obra. Por mandato real, el monarca compró las obras El carro de heno o la Mesa de los pecados capitales para que se incorporaran al Monasterio de El Escorial. Gracias a su interés, España conserva el mayor conjunto de originales suyos. Se trata del pintor Jheronimus van Aken (h. 1450-1516), de cuya muerte se conmemora este año el quinto centenario.
En ocasión de la fecha, el Museo del Prado ha preparado la que se considera la exposición más completa del pintor flamenco, que abrirá sus puertas el próximo martes 31 de mayo. En la muestra, comisariaza por Pilar Silva, podrán verse desde piezas emblemáticas como El jardín de las delicias o Las tentaciones de San Antonio hasta obras menos conocidas dentro de la colección del Prado, institución que posee la más numerosa y mejor conservada representación de la obra del Bosco.
Heredero de la Colección Real junto con Patrimonio Nacional, el Prado custodia seis obras entre las que destacan los trípticos de El jardín de las delicias, la Adoración de los magos y el Carro de heno. Todas ellas se exhiben junto al Camino del Calvario de El Escorial –que Patrimonio Nacional, ha cedido para unirse esta muestra- y San Juan Bautista de la Fundación Lázaro Galdiano. Junto a estas obras, los préstamos procedentes de Lisboa, Londres, Berlín, Viena, Venecia, Rotterdam, París, Nueva York, Filadelfia o Washington. En total, se exhibe medio centenar de obras, entre ellas 21 pinturas y 8 dibujos originales del holandés.
La exposición está organizada a lo largo de 7 secciones, la primera de las cuales sitúa al pintor en su ciudad, 's-Hertogenbosch, con obras de artistas de la época y en las que se incluye una pintura anónima del mercado de la plaza en la que se puede ver la casa en la que vivió el artista. El recorrido avanza por una segunda sección en la que será posible ver por primera vez tras su restauración La adoración de los Magos. La más numerosa es la tercera sección, agrupada bajo la denominación de Los santos y que da protagonismo a Las tentaciones de San Antonio, prestada excepcionalmente por el Museo de Lisboa.
La obra más conocida del artista, El jardín de las delicias,tiene una sección propia en la que, a través de una reflectografía y una radiografía, se aprecian los cambios que realizó durante sus trabajos tanto en la escena del jardín como en las del infierno y el paraíso. La pinacoteca madrileña ha preparado esta exposición con la restauración sistemática de sus originales, entre algunos de ellos las ya mencionadas Adoración de los magos y Tentaciones de san Antonio, esta última ha recuperado el remate de medio punto original, lo que permite comprender mejor la composición y valorar esta versión única de un tema tan repetido por el Bosco.