Este jueves fue el día más aciago para Pedro Sánchez desde que arrancó la legislatura. El presidente del Gobierno, de cumbre europea en Bruselas para abordar con sus homólogos la crisis de defensa, fue abofeteado por sus socios en Madrid: los de la izquierda, que le recordaron que con ellos no cuente para aumentar el gasto militar que demanda el Ejecutivo comunitario, y los de la derecha, que juegan con él en cada pleno. El PSOE perdió varias votaciones clave y fue abandonado por Sumar, con el que comparte coalición en Moncloa, y por Junts, que acostumbra a darle una de cal y otra de arena. La impredecibilidad de los posconvergentes va a llevar a los ministros socialistas a la enajenación, según admiten algunos de ellos en conversación con este diario.
Desde el 23 de julio, cuando las urnas arrojaron una aritmética parlamentaria infernal al depender la mayoría progresista de Carles Puigdemont, cada pleno en la Cámara Baja es un sinvivir para el gabinete de Sánchez. Todas las negociaciones son de infarto. Todas las votaciones dependen del último minuto. El ministro encargado de las relaciones del Ejecutivo con las Cortes, Félix Bolaños, no se despega del teléfono y la línea con Sánchez arde. Este jueves solo pudo trasladarle malas noticias. El Gobierno se quedó sin dar luz verde a la Agencia Estatal de Salud Pública por culpa de Junts y del PP. Y solo por un afán de hostigamiento, puesto que ninguno de estos partidos se opuso anteriormente a este organismo que fue propuesto por Ana Pastor y se incluyó en las recomendaciones del informe de la comisión parlamentaria del COVID.
Pero el tortazo simbólico llegó cuando tocó votar una proposición no de ley del BNG —sin valor jurídico pero sí político— que instaba al Gobierno no solo a no incrementar las partidas presupuestarias en defensa pese a la determinación de Sánchez a hacerlo por imposición geopolítica, sino a abandonar la OTAN. Sumar votó a favor y el PSOE, en cambio, hizo lo contrario para no desmarcarse de la línea que defiende el líder socialista fuera de España. Fuentes socialistas consultadas por este diario explican que el presidente quitó hierro ante sus colegas europeos al infierno político que vive en el Congreso. Sánchez les explicó que el compromiso militar de España depende solo de él, no de sus aliados parlamentarios, y que, precisamente por eso, no necesita pasar por el Congreso. El resto de socios de la izquierda —ERC, Bildu y Podemos, además de los nacionalistas gallegos— también votaron en contra de aumentar el gasto militar y a favor de sacar a España de la Alianza Atlántica.
La paradoja es la siguiente: en los resultados de la votación en el Congreso se demostró la sintonía total entre el PSOE y el PP en este ámbito, mientras que la mayoría de los socios de investidura se han alineado en contra de los posicionamientos de Sánchez, empezando por su socio minoritario. El líder socialista no ha tenido éxito a la hora de convencer a sus aliados parlamentarios. Y eso que se encargó de recordar hasta el aburrimiento que las necesidades defensivas españolas no son las mismas que las de los socios del este de Europa que comparten frontera con Rusia; que no se trata de armas, cazas y tanques, sino de inversión en ciberseguridad, satélites y tecnología de alto nivel para las comunicaciones, con la que, además, proteger el flanco sur, la otra obsesión del Gobierno por ser una amenaza directa para España.
Esa venta de bondades le permitió disparar dos mensajes a su izquierda: que el aumento del gasto militar no conllevará el recorte de ni "un céntimo de euro" en gasto social y que se reducirá la dependencia de Estados Unidos inundando de recursos a la industria europea (también la nacional). Pero lo cierto es que la fiabilidad de España quedó tocada a ojos del resto de las capitales europeas, ya que se evidencia que el presidente negocia en las instituciones comunitarias sin tener respaldo político. El equipo del presidente, no obstante, se disculpó alegando que se trata de "asuntos internos". En el Gobierno y en el PSOE se esfuerzan por tranquilizar al personal y recordar que en el Consejo de Ministros solo hay un liderazgo. Que nadie tiene capacidad de alterar los planes nucleares con defensa.
El presidente está empeñado en seguir hasta 2027 así. Está realmente convencido de que puede llevar el timón de España con o sin concurso del Parlamento y, en algunos aspectos, con o sin el concurso de parte de su propio Ejecutivo. Y así se lo dijo a los diputados y senadores de su partido en una de las últimas citas interparlamentarias. En cualquier caso, si algo queda patente, es que la premura del rearme europeo aboca a Yolanda Díaz a plantearse la permanencia de Sumar dentro del Ejecutivo si quiere subsistir electoralmente, porque va a perder credibilidad si vota en contra pero luego acata desde Moncloa. Las fuentes consultadas en la izquierda del PSOE descartan ese escenario. Al menos por ahora. Pero en el lado socialista de Moncloa admiten, en privado, que el socio de Pedro Sánchez va a calcinarse en cuanto el Consejo de Ministros empiece a incrementar el gasto en defensa.
Todo indica que Sánchez, él mismo lo corroboró tras su ronda de contactos en Moncloa con los grupos parlamentarios —excepto Vox—, parcheará la falta de presupuestos generales para engordar las cuentas del Ministerio de Margarita Robles por la vía de contingencia, es decir, mediante ampliaciones de crédito aprobadas en el Consejo de Ministros, ya que estas no requieren ratificación de las Cortes, que es exactamente lo que ya se ha hecho en los últimos años. De hecho, y como consecuencia de ello, el gasto militar real puede duplicar el previsto en los presupuestos en vigor, aprobados en 2022. Algunas fuentes aseguran que en este último ejercicio se han movido 90.000 millones con ingeniería fiscal sin luz ni taquígrafos.
De manera que el líder socialista burlará al Congreso para imponer una subida del gasto militar sin precedentes y cumplir con el objetivo de dedicar el 2 % del PIB a defensa antes de 2029 —sin aclarar cómo y cuándo exactamente—. Nunca una sentencia del líder socialista fue tan clara: "Lo que tenga que pasar por el Parlamento, pasará, y lo que tenga que ver con la gestión del Gobierno, tendrá que ser acelerado por el Gobierno [...] No hay mucho más debate en esta cuestión". El Ejecutivo, logre o no unos nuevos presupuestos para este año, se dispone a jugar al Tetris con la contabilidad nacional. Todos los portavoces coincidieron, tras verse con el presidente, en apuntar que este les trasladó que no se trata de un capricho por su parte, sino de una imposición producto de la coyuntura geopolítica y de la pertenencia de España a la Unión Europea y a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Pero no hay imposición que por bien no venga.
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Marco Aurelio
21/03/2025 09:05
Ha de ser muy triste para un presidente del gobierno que no pueda ir por la calle sin que le abucheen. Ha de ser muy triste para un presidente del gobierno que no pueda ir por la calle sin que le insulten y se acuerden de su madre. Ha de ser muy triste para un presidente del gobierno que no pueda ir por la calle sin que le llamen; ególatra, traidor, pro etarra y pro golpista. Y ha de ser muy triste para un presidente del gobierno que no pueda ir sin guardaespaldas al contrario que, Feijoo, al que todo el mundo lo saluda, lo aplaude y le cantan lo de Presidente. ¿Aguantará el ególatra, egocéntrico con su aire de superioridad irrazonable y que siempre necesita constantemente la admiración de los demás y sentirse que merecen tener privilegios y recibir un trato especial y que espera que se reconozca su superioridad incluso sabiendo que está destrozando España para convertirla en un país del grupo de Puebla?
ses_
21/03/2025 15:27
Buenas tardes, triste es para las personas dignas, con el deber y la obligación de mirar por los intereses de los ciudadanos, este personaje en mi opinión no es digno, es psicopta y narcisista. .
jrhbasan
21/03/2025 19:19
Comentarios torpes y melancólicos. Que le importa a un dictador psicopático lo que diga la gente, le abucheo, etc?. Se la trae...con perdón. Solo quiere el podery no soltarlo nunca. Así que dejen de creer en pajaritos "preñados y que este personaje dejará el poder alguna vez. Ni con elecciones ni con nada. No lo dejará nunca,,por las buenas, claro..