Economía

España tendrá un margen de 24.000 millones para gastar en Defensa sin disparar el déficit

España, como el resto de Estados miembros, podrá activar en abril la cláusula de escape y aumentar el gasto en Defensa en un 1,5% del PIB sin elevar el déficit

  • Von der Leyes y Sánchez -

Hasta 24.000 millones de euros más. Es lo que puede aumentar España el gasto en Defensa sin preocuparse por las reglas fiscales. La Comisión Europea ha dado vía libre a los Estados miembros para activar la cláusula de escape nacional en abril y permitirles un incremento de la inversión militar equivalente al 1,5% del PIB sin que compute en el déficit público durante los próximos cuatro años, entre 2025 y 2028.

En definitiva, el Gobierno contará con un margen presupuestario adicional para aumentar el gasto sin tener que rendir cuentas ante Bruselas, aunque esa desviación se limitará únicamente a lo que tiene relación con la Defensa. Sobre qué gastos se consideran computables hay más dudas. La Comisión únicamente ha marcado que tendrá en cuenta la Clasificación Funcional del gasto de las Administraciones Públicas (COFOG) de Eurostat

Tal y como explicó la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en su informe sobre ejecución presupuestaria de 2024, el gasto en Defensa según COFOG incluye las subfunciones de Defensa militar, Ayuda militar al exterior, e I+D relacionada con la defensa. Una definición que si bien no es tan amplia como la de la OTAN, según expertos consultados por este periódico, caben numerosas inversiones. 

De hecho, puesto que se baraja la incorporación de inversiones en ciberseguridad, inteligencia o protección en fronteras como gasto computable de cara a las reglas fiscales y a la captación de financiación europea, las mismas fuentes ven muy probable que Eurostat haga una reclasificación de COFOG para hacer más amplia la categoría de gasto en Defensa, incluyendo todas estas partidas.

El gasto no alcanza el 1% del PIB

Otra decisión de la Comisión es que la referencia o la base temporal sobre la que se tiene en cuenta ese aumento del 1,5% del PIB sea 2021, con el objetivo de no penalizar a los países que en los últimos años han incrementado el gasto en Defensa, como Polonia y los países bálticos. Según los datos publicados por Eurostat, España no ha aumentado prácticamente el gasto en Defensa en relación al PIB en el periodo reciente. Es más, en 2023 (último dato disponible) lo redujo.

Según la cuantificación COFOG en 2023 destinó a Defensa un 0,9% de su PIB (13.987 millones de euros), dos décimas menos que en 2022 (1,1% del PIB, 15.347 millones) y lo mismo que en 2020 (10.549 millones). La AIReF ya había avanzado que esto ocurriría ante "la caída de la inversión por las entregas militares vinculadas a los programas de modernización de la defensa en términos de contabilidad nacional respecto a 2022". 

A ojos de la OTAN, el gasto en Defensa de España es algo superior, del 1,3% del PIB en 2023 y 2024, unos 20.000 millones de euros. La diferencia se encuentra en la inclusión de las pensiones pagadas a los militares jubilados y a los civiles empleados en departamentos militares; y del gasto de actividades mixtas civiles-militares cuando el componente militar puede ser específicamente contabilizado o estimado, tal y como explica la AIReF. 

Mecanismos de financiación 

Para aumentar el gasto en Defensa, España debe aligerar el uso de fondos públicos, la cuestión es cómo lo hace. No sólo en términos fiscales y financieros, sino también políticos, ante las dificultades que se encontrará en el Congreso. Pese a que el Gobierno está tratando de que una buena parte de la inversión se haga a través del presupuesto comunitario, y más allá del éxito que pueda tener este intento, Bruselas ya ha apuntado a que una parte importante recaerá en los presupuestos nacionales.

En cuanto al presupuesto europeo, la Comisión Europea pondrá a disposición de los Estados miembros 150.000 millones de euros a través de créditos mancomunados para el Plan ReArmEU. Los países que soliciten fondos del instrumento, denominado SAFE (Security Action for Europe), deben presentar en el plazo de seis meses a partir de la entrada en vigor del Reglamento una solicitud a la Comisión, acompañada de un Plan de inversiones, como se hizo con los Next Generation. 

Bruselas también permitirá a los países revisar sus políticas de cohesión para asignar fondos al refuerzo de las capacidades de defensa y seguridad. En este sentido, se tendrán que proponer cambios en el Fondo Europeo de Desarrollo Regional antes de finales de marzo. Finalmente, el Banco Europeo de Inversiones (BEI), institución que lidera Nadia Calviño, duplicará su inversión anual hasta los 2.000 millones para financiar proyectos como drones, espacio, ciberseguridad, tecnologías cuánticas, instalaciones militares y protección civil. 

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