Cultura

Elena Santonja, la mujer que puso a la cultura con las manos en la masa

Desde 1984 a 1991, la actriz se encargó de presentar los 30 minutos diarios que duraba el mítico programa de culinario de TVE 'Con las manos en la masa'. Este lunes sus fogones se apagaron por última vez.

  • La actriz y presentadora Elena Santonja.

Cuando la España de los 80 llegaba a casa pasado el mediodía siempre pillaba a Elena Santonja en la cocina. Desde 1984 a 1991, la actriz se encargó de presentar los 30 minutos diarios que duraba el mítico programa de TVE Con las manos en la masa, pero este lunes sus fogones se apagaron por última vez. La madrileña fallecía a los 84 años según la Academia del Cine y la noticia traía a la memoria de los espectadores de la época la pegadiza sintonía de aquel espacio culinario precursor de  El menú de cada día, del entonces debutante en la televisión nacional Karlos Arguiñano.

Cantada por el dúo femenino Vainica Doble -formado por Carmen Santonja (1934-2000), hermana de la presentadora, y Gloria Van Aerssen-, y Joaquín Sabina, la canción pronto se convirtió en una de las más populares del recetario televisivo, además de hacer salivar a familias completas. No existía brecha generacional a la hora de querer catar qué se escondía detrás de palabras como “morteruelo”, “caldereta” o “cochifrito". Aunque actualmente ver un chef en televisión es el pan de cada día, Santonja fue una de las pioneras en enseñar a cocinar a millones de españoles a través de la pantalla. Pero la innovación en el formato no se trasladaría a los platos, todos ellos tradicionales, una filosofía que ya quedaba reflejada en una de las estrofas de la propia canción: niña no quiero platos finos / vengo del trabajo / y no me apetece pato chino. 

Por su programa desfilaron casi 300 personalidades de la cultura, la política y las artes, como Carlos Berlanga, Fernando Fernán Gómez, Luis Ciges , Amparo Rivelles, Pedro Almodóvar, Joaquín Leguina, Alaska, Sara Montiel o Gonzálo Torrente Ballester. "Yo soy lo que me pidan, pero sobre todo lo que me apetezca. No entiendo de cocina moderna. Si utilizase el nitrógeno ese, mi cocina estallaría", contaba la actriz en una de sus últimas entrevistas para El País. "No veo los programas de hoy día y a Arguiñano le tengo cierta manía. Ni siquiera he ido a El Bulli a comer. Nada de espumas ni experimentos. Para hacer ese tipo de cosas necesitas tener mucho tiempo y practicar meditación zen", reconocía.

Y es que la forma abrupta con la que TVE retiró su programa de la parrilla tras siete años de emisión dejó a Santonja con un sabor amargo. La presentadora y guionista, junto al director Álvaro Lion-Depetre, se negó a que la cadena pública, que había suscrito un acuerdo con el Ministerio de Agricultura, hiciese uso de su imagen y prestigio para publicitar productos sin recibir ella una contraprestación económica a cambio. lejos de llegar un acuerdo, TVE  les notificó el fin del programa, una decisión que les llevó incluso a recurrir sin éxito en los tribunalesVozpópuli hace un repaso por los platos que cocinaron tantas figuras del mundo de la cultura porque entre ella, ataviada con un delantal blanco con ribetes rojos, y su marido, decía Santonja, "conocían a todo el mundo del cine, el teatro, la televisión, el circo o los toros".

El pisto de Almodóvar

La madre de Pedro Almodóvar quería que su hijo hiciera pisto manchego. Así se lo transmitió a Santonja, así que el cineasta se vio obligado a desarrollar este plato del recetario manchego. "Los primeros ocho años de mi vida los viví en la Mancha, luego me fui a Extremadura y a los 17 ya me vine solo a Madrid", contaba. "Yo veía a mi madre cocinar. Recuerdo mi infancia como testigo de actividades puramente femeninas", contaba el hoy reconocido director de cine que también cocinó caldereta de cordero.

Los callos de Sabina

Pese a ser natural de Úbeda (Jaén), Joaquín Sabina se decantó por un plato típico de la cocina madrileña: callos a la madrileña. Junto a Elena Santonja, el cantante y compositor también se animó a cocinar gallina en pepitoria, por lo que terminó "temiendo" que en su localidad natal se enfadarían con él por no dar a conocer las "gachas y andrajos" típicos.

Alaska y sus frijoles negros

Hija de un exiliado español, y de madre cubana, María Olvido Gara Jova, conocida como Alaska, nació en la Ciudad de México y después regresó a España. Por sus orígenes, Santonja invitó a la cantante a cocinar una ensalada tropical y un plato de frijoles negros con arroz. "Mi madre y mi abuela eran cubanas, para mí la cocina cubana es la cocina familiar", desvelaba Alaska, que antes de ponerse con las manos en la masa se tuvo que quitar la decena de anillos que lucía.

Las gachas de la Montiel

Habichuelas, guardias civiles, gachas... Todos los platos de la cocina manchega le encantaban a una entendida Sara Montiel, originaria de Campo de Criptana, pero fueron estas últimas las elegidas por la actriz durante su intervención en el programa. "En el campo las comían los gañanes porque tienen muchas calorías", explicaba María Antonia Abad Fernández, el verdadero nombre de la artista que nació en el seno de una familia humilde.

Santonja comenzó a ser conocida al mismo tiempo que su marido, que dirigió varios programas en TVE, como Entre nosotras (1958), un espacio dedicado a la mujer, que presentaba ella. Participó en la película de José Luis Borau Crimen de doble filo y en la de Luis García Berlanga El verdugo, además de trabajar en el teatro a las órdenes, entre otros, de Adolfo Marsillach. Los últimos años, la artista, bisnieta del pintor Eduardo Rosales, los ha dedicado a pintar, con exposiciones como las que le dedicó el Centro Cultural Galileo de Madrid o el Ayuntamiento de Valladolid, dentro de la colectiva "Creadoras olvidadas".

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