Lejos de su imagen seria y desafiante, es humilde y bromea a cada frase. Es serio cuando tiene que serlo. Critica cuando tiene que hacerlo y aprovecha sus letras para quejarse de lo que ve irracional. Jacobo Serra ha sido descrito por muchos expertos en música como 'el beatle español', pero dejemos eso para quienes quieran describirlo como algo, ya que no hace falta descripción. Solo hay que escuchar sus letras para saber que lo que canta sale de él. Para Serra el apelativo de los de Liverpool es un "auténtico piropazo", pero quiere evitarlo, como si quisiera desentenderse de otros, quiere ser Jacobo Serra, y, de momento, eso lo ha conseguido. Similitudes sí las tiene con Phoenix, Glass Animals o James Blake.
Dice que le gusta hablar. Y cómo se agradece. Se agradecen las reflexiones, que un artista no se quede en lo banal y en lo superfluo. Se agradece que a preguntas sobre aspectos tan importantes como la política internacional o los problemas socioeconómicos, un artista tenga respuesta y, sobre todo, reflexione. Niega a Platón y Aristóteles y se posiciona de lado de Thomas Hobbes en la teoría del ser humano. Cree que el hombre es "egoísta por naturaleza", por lo que solo le hace falta un empujón para... "imagínate", dice. Es algo que ve en la situación sociopolítica actual, de la que habla en su nuevo disco 'Fuego Artificial' (Warner Music), que se presenta el próximo 29 de septiembre.
Se agradece que a preguntas sobre política internacional o los problemas socioeconómicos, un artista tenga respuesta y, sobre todo, reflexione
Como aperitivo, el cantautor nacido en Albacete pero con media vida entre Londres y Madrid, ofrece un acústico el día de antes, el 28 de septiembre para presentar sus nuevos temas en el Ciclo Momentos Alhambra en el Café La Palma de la capital. Ya dio a conocer 'La Brecha' (2017), una reflexión que va más allá de la crítica a los cánones y que surgió tras leer una noticia acerca del muro de los corredores de maratones y el miedo a no llegar al final. Su nuevo trabajo es íntegramente en español, algo que anteriormente se le había resistido. Esta es la primera entrevista que ha concedido de su nuevo álbum y nueva gira y habla de lo banal, la inexistencia de la clase media en la música o la regresión de Europa a tiempo de guerra, con lo peligroso que eso suena.
¿Cómo se define Jacobo Serra?
¿Cómo se define Jacobo Serra? (Ríe). No sé, eso es una cuestión que me gusta más dejársela al público y a la crítica. No sé muy bien muchas veces cómo hablar de mí mismo… Jacobo Serra es un personaje, es un ser humano que busca siempre la perfección. Me cuesta mucho hablar de mí, me veo raro...
Algunos te definen como 'el beatle' español. ¿Qué tienes de los de Liverpool?
¡Ves! Con todo lo que dicen de mí, ¿cómo me voy a definir yo a mí mismo? (bromea). Lo del ‘beatle español’ es un piropazo increíble y la crítica siempre me ha tratado muy bien. Pero también es cierto que yo tengo mi propia personalidad musical, mis propias ideas, mi propio arte que se diferencia del resto y bueno, está muy bien esa etiqueta, es un piropo, qué te voy a decir…
Otros dicen que es como si Jacobo Serra hubiese nacido en Nashville. ¿Qué te digan que has nacido en la cuna de la música no hace que tengas más presión a la hora de presentar tus trabajos?
Sí. Siempre lo he recibido con muchísimo respeto y encantado. Me da mucha felicidad que la crítica diga este tipo de cosas sobre ti. Sientes que gusta tu trabajo y bueno, que se te dará un poco bien ¿no? Por otro lado, como bien dices, te pone en una situación de presión sobre todo de trabajos futuros. Si con anteriores contenidos me decían todo eso, ahora saco un disco nuevo… pienso: "¿qué me van a decir ahora?". Es verdad que he intentado con este disco, de una manera hipnótica, salir un poco de esas influencias. Era un poco mirar al mundo desde una óptica más actual, porque siempre he mirado un poco hacia atrás, me he comparado con músicos tan importantes como Los Beatles o propios de la música americana. Todas estas raíces de las que vengo y para este disco he intentado salir un poco de ahí. Salir un poco de ahí porque no me quería encasillar y quería explorar nuevas vías. Necesitaba salir de ahí y experimentar. Ahora estoy un poco en esa etapa, entonces sí que estoy un poco presionado: ¿Ahora qué van a decir de mí? Este no es un disco muy 'Beat', no es un disco muy Wilco, no es un disco muy Nashville… Pero me considero muy afortunado, solo puedo estar agradecido.
La clase media se está viendo muy perjudicada y en el caso de la música es arrollador, porque o estás muy abajo o estás muy arriba"
Comenzaste la carrera de Derecho, pero te aventuraste en el camino de la música. ¿Actualmente alguien se puede ganar la vida siendo únicamente músico en este país?
Yo terminé Derecho, me colegié, empecé a trabajar de abogado y me di cuenta de que vine a este mundo para hacer canciones. Entonces, fue una decisión muy extraña, suele ser al contrario: gente que deja de trabajar en el mundo de la música porque no pueden vivir de ella y se dedican a otras cosas. En mi caso, el derecho pasó a ser un hobbie y la música mi vocación. Lo cual no quiere decir que yo pueda vivir solo de la música (ríe). Me tengo que seguir dedicando a otras cosas, sigo vinculado al derecho porque no puedo dejarlo del todo porque de la música no se puede vivir. Sobre todo me dedicó al inglés, doy clases de inglés jurídico, empresarial, y todo esto lo hago porque lógicamente la música es muy complicada, es un mundo muy complejo y muy pocos pueden vivir de ello. La música tiene un problema muy grande en este país, y es que no hay clase media en la música.
Lo de la música es muy misterioso, pero al final es un negocio y es una cosa que a mí me está costando mucho tiempo entender.
Está pasando como en otros aspectos socioeconómicos de la vida en España. La clase media se está viendo muy perjudicada y en el caso de la música es arrollador, porque o estás muy abajo o estás muy arriba. Para un músico como yo, que estás en vías de conocimiento, estás siendo conocido, es una situación buena, pero todavía estoy intentándolo, estoy en ello y la cosa cada día va mejor, pero es tan complicado…
Muchos artistas sacan sus proyectos. Pero, ¿qué es lo más complicado para mantenerse en el panorama musical?
Si lo supiera te iba a decir que igual no estaba aquí, sí haciendo una entrevista contigo pero… si lo supiera sería todo muy diferente. Lo de la música es muy misterioso, pero al final es un negocio y es una cosa que a mí me está costando mucho tiempo entender. No es solo transmitir emoción, pasión, arte y querer luchar por lo que crees, trabajar mucho, ensayar y echarle horas… la música es un negocio y se comporta como tal. Es un problema que tenemos muchos artistas, que no conseguimos asimilar eso. En mi caso, es total. Como artista me gustaría pensar que simplemente con trabajar muy duro, con luchar muchísimo y dar lo máximo de ti, me gustaría pensar que eso es lo que necesitas, pero desgraciadamente en esta sociedad es mucho más complejo. Hay actores externos que ni yo ni nadie controla y que son muy influyentes. Supongo que en mi caso la solución es tocar mucho. Mi cometido ahora con este disco es pasearlo mucho y pasear las canciones por todos los rincones del país e intentar enganchar a todo el mundo y tratar de transmitir la pasión que yo siento.
Vuelves con 'Fuego artificial', un álbum con canciones íntegramente en español, hasta ahora habías cantando en inglés. ¿Es complicado hacerse un hueco aquí cantando en inglés?
Es complicadísimo. En España pasa algo muy raro, y es que el público acepta muy bien las canciones en inglés que vienen de fuera, no solamente tienen que provenir de países anglosajones, ABBA, por ejemplo, o música francesa independiente que es muy conocida. Creo que el público acepta muy bien la música en inglés que viene de fuera, pero aquí hay un prejuicio muy grande con la música cantada en inglés por un músico de Albacete, por ejemplo, ¿no? Mucha gente no entiende cómo he nacido en Albacete y canto en inglés…
El público acepta muy bien la música en inglés que viene de fuera, pero hay un prejuicio muy grande con la música cantada en inglés por un músico de Albacete
En mi caso, creo que está muy justificado con muchas razones, pero hay un prejuicio complicado y también es una cuestión de medios, que o no interesa o no se entiende. Aún así, hay un nicho, un público que sí. Es cierto que en castellano entra mejor, también por razones obvias, pero bueno, he hecho varios discos en inglés que han sido muy aceptados. Yo me he dado cuenta en mi carrera que sí que es verdad que había una barrera con el idioma, yo le podía gustar a mucha gente, pero fuera de los conciertos la gente no cantaba tanto mis canciones como cuando las he hecho en español.
Y hablando de prejuicios… ¿crees que actualmente hay prejuicios con el indie?
La etiqueta indie es tan subjetiva, hay tanta gente que se ha escudado en el indie… Cuando se pone algo de moda… lo que pasa es que, como te he comentado, esto es un negocio, entonces siempre va a haber alguien que tome y se aproveche de ello. Mucha gente se ha aprovechado de la etiqueta indie y la ha hecho suya cuando no eran indies o no practicaban lo que entendemos como música independiente.
La música indie tiene prejuicios, como todo. Para mí el músico indie es lo que he sido yo hasta ahora, es un artista que se produce los discos, que se paga todo, que crea los posters, que se programa los conciertos, que se paga la producción del vinilo, que se hace mánager. Es una profesión que surge por necesidad y creo que ninguno hemos querido ser indies de los que de verdad hemos sido independientes. En mi caso, optar por ser indie ha sido por una cuestión de necesidad. No había otra manera de llegar al público, sacar mis discos y darme a conocer. Esta a priori necesidad ha desarrollado en mí una capacidad, un ansia de control, ahora me cuesta mucho no controlar lo que hago porque como antes controlaba todo. Me he convertido en un controlador por culpa del indie (ríe).
El nuevo tema principal, 'La Brecha' (2017), habla sobre la ruptura con los cánones y normas establecidas que parecen ser obligatorias. Cómo romper con todo aquello que nos preocupa. ¿Cómo surgió este tema?
La brecha surge, fíjate lo que te voy a contar, de un artículo que leí, a me inspira mucho mí la prensa, leer, ver las noticias, soy mucho de leerlas por la noche en la cama y de pronto me parecen inspiradoras, me marcan. Esto surgió por una noticia sobre accidentes en maratones, sobre un porcentaje de corredores que tenían infartos y problemas de salud, nuevas enfermedades que están surgiendo por personas que corren haciendo el loco. Leí aquello y tengo un amigo que tuvo un infarto corriendo un maratón, me interesé y leí una cosa sobre el muro de los corredores. Me sentí muy identificado con eso, cuando quedan cinco minutos para acabar un maratón al corredor se le presenta un muro, un muro psicológico que puede o no superar. Me pareció algo muy romántico e inspiracional.
Me sentí identificado porque en ese momento estaba en pleno proceso de creación, llevaba mucho tiempo trabajando y se me había presentado ese muro. En ese momento te empiezas a plantear: no vas a acabar el disco, no va a gustar lo que estoy haciendo, empiezas a dudar de todo. Se te presenta ese muro de los corredores de maratón. Esa idea la extrapolas a aspectos de la vida. Se me ocurrió hacer una canción sobre esa brecha en el muro que hay que hacer para superar una situación de adversidad a la que nos estamos enfrentando. Cada uno tiene su brecha.
Una de tus letras dice: "No habrá funeral, nadie lo sabrá" ('El Activista', 2017). ¿Crees que actualmente nos quedamos en lo banal? ¿Se nos está escapando el tiempo entre los dedos?
Totalmente, sí. De hecho esa canción es un poco eso ¿no? Creo que la vida es otra cosa y creo que en la sociedad ahora mismo nos estamos volviendo un poco locos. Creo que las redes sociales, las nuevas tecnologías… todo va muy rápido y está haciendo que estemos dejando cosas atrás muy importantes. Me preocupa mucho. Esa canción toma la figura del activista. Yo no quería banalizar la figura del activista, pero sí quería utilizar su figura como un reclamo, una excusa para hablar de ese tema y de lo que verdaderamente importa. Intento ser una persona preocupada por el medio ambiente, el cambio climático, a mis hijos siempre trato de enseñarles en este sentido. Pero claro, siempre lo hago desde otro punto porque me dedico a otra cosa. La figura del activista me parecía perfecta para hablar de estos temas. También habla de mí y de los que luchamos por una causa. Es un tema transcendental.
Sí, además, en ese tema comienzas fuerte: "No quedan banderas; gastamos todas las balas"; "¡Despierta y sigue en pie!". Es como que tenemos que despertar y ser conscientes de la realidad ¿no?
Sí, es una canción que con simbología habla de eso y lo que puede parecer una canción pop sin más pues se puede convertir en otra cosa que espero que la gente escave un poco y pueda entender algo y contribuir también.
La letra de 'Icebergs' (2016) también llama la atención: "El hielo invade, nadie te espera, nadie te salva". ¿Crees que cada vez somos más egoístas?
Sí, es un poco lo que decíamos, creo que es una sociedad basada en el consumo, la globalización, las grandes compañías nos están todo el día bombardeando para que consumamos. Nos hemos hecho egoístas, sí, nos hemos hecho egoístas. El Ser humano de por sí ya viene concienciado para ser egoísta, es su naturaleza. Si nos empujan un poco, pues imagínate.
Si hago hincapié en las letras es porque tus canciones transmiten más allá de una melodía pop. En la actualidad muchos dudan de que estas letras se valoren como se merece…
Es una pregunta difícil de responder, supongo que dependerá del público. Hay de todo, hay gente a la que le da un poco igual la letra, pero hay otra que la hacen suya, leen y hasta se la tatúan. Me gustaría pensar que sí. Si me llamas en doce meses te podría responder, para ver qué tal este disco.
En tu descripción de Twitter en ubicación tienes puesto Madrid – London. Además cantas: "El regreso a casa no encuentra final". ¿Cómo es dejar tu país? ¿Jacobo Serra ha vuelto a casa o es más complicado de lo que parece?
Ahora que lo dices, debería cambiar esto de mi perfil (ríe). Sigo muy en contacto y ligado a Londres, pero ahora vivo en Madrid. Durante mucho tiempo sí he estado a pie entre Madrid y Londres. Me fui a Inglaterra a estudiar, estudié mi carrera de Derecho allí e hice el máster. Luego me decidí venir a Madrid por intentar seguir con mi música aquí. Lo mío con Londres es como el mito del eterno retorno, siempre acabo volviendo a Londres, es mi casa. Es una ciudad que me ha marcado mucho y me ha influenciado mucho, es donde me empecé a encontrar como persona, como artista, como cantante. Allí he tocado en muchos bares, en la calle, entonces le debo mucho. Aunque también se hace muy duro. Trabajando, estudiando… Pero vuelvo siempre que puedo.
Cantas 'El fuego sigue ahí'. Siendo tu casa Londres, la decisión del Brexit, y además, los valores de Donald Trump elegidos en Estados Unidos, Corea del Norte prueba bombas nucleares… ¿Hacia dónde va la sociedad?
Lo que creo es algo que va muy unido al disco. El mundo, pero sobre todo Europa, que está muy adelantada en el sentido de que hemos hecho una regresión a los años 30. Creo que tenemos que ser muy cuidadosos, ya somos terceras generaciones y se nos ha olvidado lo que son los desastres de la guerra, los desastres de los extremos, del totalitarismo, de las izquierdas, las derechas, del fascismo… Da mucho miedo. El disco incluye una canción que se llama ‘El Imperio’, que habla de la decadencia social, política, económica, sobre todo de esa colonización que ahora estamos sufriendo. Creo que tenemos que concienciarnos muchísimo y tenemos que empezar a darnos cuenta de que se nos puede ir de las manos y que es muy peligrosa esta situación.
En este nuevo disco en el que tratas temas tan diversos y transcendentales has trabajado con Juanma Latorre (guitarra y teclado en Vetusta Morla). ¿Cómo es trabajar con alguien de un grupo referencia de nuestra música? ¿Hay algo de la esencia de Vetusta en tus temas?
Él ha producido el disco, hemos trabajado codo con codo muchos meses y las letras son de los dos. Trabajar con él es brutal, es increíble. Somos amigos y nos queremos un montón y nos respetamos profesionalmente, que es muy importante. Cuando Juanma y yo trabajamos juntos dejamos a un lado su identidad, Vetusta Morla queda fuera y somos Juanma y Jacobo. Él es productor, los dos somos arreglistas, hacemos canciones… Trabajamos como una especie de asociación. Lo de Vetusta es totalmente intrascendente, no tiene nada que ver con esto ni cuando trabajamos juntos. Dicho lo cual, él es Juanma Latorre, su forma de tocar está ahí, puede haber similitudes en el sentido de que es el mismo intérprete tocando, pero a partir de ahí son caminos distintos.