Un festival es mucho más que su cartel. Sobre todo, es su modelo, que en el caso de La Mar de Músicas está más que consolidado tras veinticinco ediciones. El encuentro de Cartagena, siempre tan viajero, nos acostumbró a descubrir un país distinto en cada edición, pero el coronavirus obliga este año a centrarse en el talento nacional. Tampoco está mal aprender a apreciar lo de casa. Entre el 16 y el 24 de julio podremos disfrutar (entre otros) de gigantes de la música popular en castellano como Kiko Veneno y María del Mar Bonet, pero también de artistas emergentes como María José Llergo y de nombres consolidados que huelen a clásico como Los Hermanos Cubero, Rocío Márquez y el tándem divino que forman Israel Fernández y Diego del Morao. Pueden consultar el cartel completo aquí.
La programación musical se completa con subsecciones de arte, letras, cine y talleres infantiles gratuitos
¿Cuál es el modelo que ha convertido al festival en uno de los mejores de España? Una oferta popular y flexible, bellamente imbricada en la vida de la ciudad. Durante más de dos décadas, se han combinado los conciertos gratuitos en plazas con los grandes nombres en auditorios imponentes, desde iglesias a el mítico El Batel, donde hace dos años asistimos a un concierto alegre y vibrante del legendario Salif Keita. En esta edición, por supuesto, la oferta es más reducida en tamaños y geografía, pero hay que celebrar que La Mar de Músicas mantenga el pulso. En 2019, antes de que el festival recibiera el Premio Ondas, en Vozpópuli ya argumentamos los motivos por los que el festival murciano tenía todas las papeletas para considerase el mejor de España.
Mar de músicas de aquí
La cordobesa María José Llego ha recibido el primer premio Paco Martín, que celebra las contribuciones culturales del malogrado fundador del festival. Hablamos de alguien siempre comprometido con la difusión y la diversidad cultural, desbordando las inercias anglófilas de nuestro circuito festivalero. Sobre Llergo, el jurado destacó "la verdad que transmite su trabajo y la naturalidad con la que ha resuelto tensiones tanto entre la tradición que conoce y la contemporaneidad que propone, como en términos de pureza e hibridación, abriendo nuevos caminos a la canción popular, cualidades que se suman a su talento como intérprete y compositora, ampliamente demostrados en su debut discográfico".
Para calibrar la importancia de Paco Martín en la vida cultural de la ciudad baste recordar que el mes pasado se bautizó el auditorio del Parque Torres como Auditorio Paco Martín. Por allí consiguió que pasaran grandes nombres como Franco Battiato, Omara Portuondo y Pablo Milanés, entre muchos otros. En su edición más complicada, el festival tampoco olvida su vocación internacional con conciertos como el del estadounidense Rufus Wainwright, la mexicana Silvana Estrada o la francesa Yseult. La programación musical se completa con subsecciones de arte, letras, cine y talleres infantiles gratuitos sobre cultura y ecología. Pocos festivales pueden presumir de ofrecer contenidos para todas las edades y de estar tan integrados en la vida de la ciudad, al tiempo que atraen melómanos de todo el país.