Los trabajos fetiches del modisto Yves Saint Laurent reaparecen en Hong Kong en una exposición que recoge 87 de sus mejores piezas y entre las que se incluyen el conocido traje de esmoquin femenino y sus clásicos conjuntos en color negro.
"Loco por Yves" es el nombre de la muestra que aúna la colección del estilista francés Olivier Chatenet, que acumuló en década y media uno de los muestrarios más completos del fallecido diseñador.
La muestra ha contado con la colaboración de guías de lujo como el propio Olivier Chatenet y Dominique Deroche, estilista y colaboradora de YSL, y se presenta como una oportunidad "para compartir con una audiencia más amplia su colección y permitir que otros acepten la armonía y la belleza del increíble talento de Yves Saint Laurent", afirmaron ambos.
Según explicó a Efe Deroche, "su abuso del color negro y el perenne estilo con el que concibió y quiso imprimir a sus colecciones siguen siendo la huella de identidad del creador".
"YSL tenía en mente a una mujer práctica a la que vestir de día y de noche con la misma ropa, con comodidad para la noche y sin la presión de tener que vestir ropa diferente a cada momento", añadió.
La manera en la que revolucionó la forma de vestir de la mujer y la sociedad de su época quedó patente cuando en 1969 subió a las pasarelas los trajes de chaqueta masculino para ellas y, sobre todo, su ya clásico e icónico esmoquin que todavía sigue siendo una pieza empleada por muchos modistos en sus colecciones.
"YLS creó un estilo para la mujer que mantuvo durante toda su carrera y su trabajo fue de carácter perenne ya que cuarenta años después, aún es admirado y vestido por mujeres de todo el mundo", dijo Chatenet,
Las 87 piezas presentadas en la muestra van acompañadas por una docena de fotografías del famoso fotógrafo de moda Jeanloup Sieff captadas en los setenta.
Yves Saint-Laurent saltó a la escena de la moda internacional en 1957 como sucesor de Christian Dior y se mantuvo como uno de los modistos más influyentes de la segunda mitad del siglo XX hasta su muerte en 2008, seis años después de retirarse oficialmente.
Su carrera fue reconocida por cambiar la forma de vestir de la mujer moderna, pantalones durante el día y la noche, chaquetas de safari, esmoquin, gabardinas y diseños inspirados en diferentes partes del mundo o complementos inspirados en artistas como Picasso, Miró o Matisse.
En la variada colección con la que Chatenet ha querido homenajear a este genio de la moda en Hong Kong no faltan los trajes de chaqueta, gabardinas, vestidos con estampados liberty, cortes con influencias árabes, orientales e hispanas.
Chatenet trabajó con reconocidas marcas de la moda, desde Alaia a Hermes, y es favorito de muchas celebridades por sus recreaciones de época audaces e innovadoras, combinación de piezas atemporales, clásicas, iconoclastas y rebeldes.
La elección de Hong Kong para la exposición se debió a que en la colección del diseñador otoño-invierno 1977-1978 se inspiró en China con estampados de sedas chinas y cortes de los vestidos que identifican la moda tradicional de este país.
La muestra organizada por el Consulado General de Francia en Hong Kong y Macao se enmarca dentro de las actividades de la vigésima edición del Mayo Francés, evento que se celebra este mes y permanecerá abierta en el ayuntamiento de la ex-colonia británica hasta el 11 de junio.