Cuando se cumple un mes de confinamiento y millones de españoles se quedan sin palabras al momento de escribir una epidemia que lo ha cambiado todo, conviene a los escritores preguntar qué sentido tendrán de ahora en adelante las palabras para describir un mundo que nos resulta extraño y hostil.
Por ese motivo, en Vozpópuli hemos pedido a los escritores -justo porque trabajan con ellas- nuevas definiciones para las palabras que hasta ahora habían significado una cosa y hoy otra. Manuel Vilas comenzó con la alegría, le siguieron Sergio del Molino con balcón y Marta Sanz con cicatriz. También contestaron Carlos Zanón atender a la petición de nueva definición de la palabra casa y Lea Vélez la suya para duelo.
En esta ocasión, pedimos al escritor José María Merino una nueva descripción de lo que entenderemos de ahora en adelante para la palabra esperanza, de la que ofrece una nueva definición. El leonés de adopción, como dice él, ingresó en la Real Academia de la Lengua en 2008. Le correspondió el sillón m. Eme de mar, de mito, de musaraña. Eme de misterio. Consonante acoplada a su apellido y sus obsesiones.
Tomó posesión de su sillón un 19 de abril de 2009 y lo hizo con un discurso que tituló Ficción de verdad. Alojado en la paradoja, en la fascinación que el juego de palabras invoca, Merino destiló el que puede que sea el espíritu de toda su obra: la ficción como una forma exclusiva de verdad. Ese orden que corrige un mundo que, aún existiendo, es falible y engañoso.
La idea del sueño y lo fantástico atraviesan todo cuanto José María Merino ha escrito: desde Cuentos del reino secreto, pasando por su ciclo de novelas americanas (El oro de los sueños, La tierra del tiempo perdido y Las lágrimas del sol) o la trilogía del mito, con El caldero de oro, La orilla oscura y El centro del aire. La leyenda y el misterio como un hilo con el que siguió tejiendo El heredero; Los invisibles o Las visiones de Lucrecia. Al mismo tiempo, escribió literatura infantil y juvenil, además de ensayo.
Habitar esa bisagra entre la ficción y lo real, lo habilita para re imaginar las palabras, ese reino en el que él trabaja con talento y oficio. "En cuanto a lo que me preguntas, si corona es "adorno o insignia honorífica" y le hemos atribuido la denominación a un virus mortal y catastrófico, espero que al próximo virus similar no lo denominemos esperanza.... Por eso pienso que, en este momento, habría que matizar la actual denominación".
ESPERANZA
"Estado de ánimo en el cual se nos presenta la idea que siempre tuvimos de ella: la posibilidad de alcanzar lo deseado..."
LITERATURA
"Construcción de ficciones mediante palabras escritas que, con la música, la pintura y la aritmética conforman la simbología profunda de ese curioso primate llamado "homo sapiens"...
NOVELA
"Yo diría que es una de las expresiones de la ficción literaria en los tiempos, no sé si duraderos, tal como están las cosas, de la palabra escrita mediante estructuras formales rigurosas..."
