Pocos músicos españoles de los ochenta pueden presumir de haber apostado por la música latina. En aquella época, se apreciaba sobre todo por su valor kitsch y hortera, pero Víctor Aparicio Abundancia la llevó siempre en el corazón. Himnos como “El típico español”, “Esta noche me voy a bailar” y “300 kilos” suenan tan frescas hoy como cuando las publicaron Los Coyotes, la banda que le hizo conocido.Nunca llegaron al nivel de fama de Radio Futura, pero dejaron su huella en la historia del pop español, que siempre tuvo tendencia a mirar por encima del hombro al sentimental latino.
Hoy Abundancia muestra un espléndido estado de forma con sus discos en solitario, confirmado por el reciente Las comarcales, construido con ecos de la tradición sudamericana y rockabilly. “La música negra y la latina siempre han estado muy unidas. Hay muchísimas canciones R&B con influencias del mambo, de rumba, de cha-cha-chá. En la actualidad, el reguetón, incluso la bachata, tienen una gran influencia en la música negra. Es un momento bueno”, celebra. Vozpópuli charló sobre sus nuevas canciones.
“Sentimiento barato” parece una reivindicación de los placeres populares, donde incluso cita el culebrón clásico La Dama de Rosa.
En realidad, la canción nació de una frase de Renata Adler, la escritora, en una entrevista en prensa. Ella decía: “Odio el sentimiento barato, pero mejor ese que ninguno”. Yo siempre he odiado la arrogancia esa de “las cosas se hacen bien”, porque no es verdad. Las cosas se hacen como se pueden. Entonces, muchas veces, lo barato es lo posible. Y como lo posible casi siempre pertenece a la gente normal, pues tiene el atractivo popular que no existe en lo sofisticado. De ahí al culebrón hay un paso. Llamar al amor que uno ha tenido “sentimiento barato”, cuando a uno le han dado 'la patadota', por decirlo en términos de culebrón venezolano, es una manera de autoflagelarse con cierta sorna. Muy en la tradición lírica latina.
El concepto de sentimiento barato me recordó a esas personas que se definen como 'espirituales' pero que encuentran vulgares los sentimientos religiosos.
La gente que reniega de la religión y abraza lo que llamamos espiritualidades filosóficas suele estar abrazando otra religión y además autoengañándose.
Otra de las canciones, donde utiliza un tono jocoso, se titula “Soy un trabajador, soy un autónomo, soy un artista”. Lo que me gustaría saber es cómo afecta la precariedad laboral a su trabajo. Siempre ha dicho que no compra mucho el mito romántico del artista bohemio.
Esta canción no es en absoluto jocosa. Y lo veremos después de esta crisis terrible que estamos viviendo. Mi enfoque en la letra es la identificación del artista con el trabajador y con el autónomo (la pyme más pequeña que existe). El mito del artista bohemio, fomentado por casi todos los artistas del mundo, hace que “vuele” ajeno al trabajo físico y a las burocracias. Yo te aseguro que cargo, descargo y conduzco mi coche en cada bolo. Cada trimestre hago las declaraciones de autónomos. Y soy muy artista. Hoy me aterra más pensar en cómo van a pagar el coche negro nuevo que se han comprado todos los conductores -que son falsos autónomos- de Uber. Por el lado musical, esta canción tiene una inspiración muy fuerte en la música sertaneja brasileña. Incluso está tocada con viola caipira, una guitarra propia de ese tipo de música.
"Del confinamiento me parece bueno que tenemos menos preocupaciones del primer mundo, tipo si maridará este vino con la carne ", explica
¿Nos explica cuál fue la inspiración para “Cumbia del milagro”? Parece una crónica de una sociedad que vive de prestado, donde el trapicheo y el mercado negro son las únicas certezas.
Nace de varias vertientes que se mezclan. Por un lado el orgullo del que se lame sólo las heridas del abandono amoroso. Por otro, la corrupción de éste país mezclada con el lenguaje estúpido hippie de “sé tú mismo” o “persigue tus sueños”, me parecía muy interesante. Y el “Vivo de Milagro”, después me he enterado que lo decía mucho Morente, aunque no exactamente así. Él decía “Estamos vivos de milagro”.
En los últimos años, la música latina ha ganado bastante fuerza respecto a la anglosajona. ¿Qué opinión le merece?
Me gusta más esta música latina que la de hace unos años. Porque triunfa mas, hay cosas muy buenas y es menos moña. Aunque a veces ese jugar duro hace patente ciertas cosas chungas de los barrios bajos. Estoy hablando de machismo. También los prejuicios ya se empiezan a liquidar. Pero no por la Super Bowl, sino por los traperos, por la cumbia electrónica y demás.
Aparte de músico, tiene una reputación como artista gráfico. Estos días está compartiendo viñetas sobre el confinamiento.
He empezado a hacerlo, dudando porque es un curro y, desde luego no te permite “ordenar armarios”. Me pareció interesante contar ese dentro-fuera particular en estos tiempos. Hoy el “fuera” son nuestras mínimas salidas y el dentro la tele, la radio y los memes. La respuesta de la gente ha sido buena y eso me ha animado a continuar a saco.
¿Está situación ha sacado lo mejor de nosotros?
Me parece bueno que se piensa menos en preocupaciones del primer mundo, tipo “¿este vino maridará bien con la carne?”. Es sano comprobar que el único “maridaje” que existe ahora es llevarse bien los cónyuges estando en casa todo el día. Entre lo peor, destaco el chivateo vecinal. Fomentar los chillidos a la gente de la calle sin control es peligroso. ¿Por qué tienen que llevar los niños autistas una pulserita azul? Lo que tienen que hacer determinados vecinos es confiar más en la gente que va por la calle. Por otro lado, intuyo que los medios de comunicación, en su amarillismo, dan por cotidianas situaciones aisladas. También hay cosas regulares, como las versiones de “Resistiré” con letras sobre coronavirus. No te digo yo que no, pero…
¿Qué música está disfrutando más últimamente?
Hace poco una sobrina mía me ha descubierto "High", de María Becerra Es una canción de trap con un fraseo muy bueno. Me gusta mucho también J. S. Ondara, alguna canción "El Komander", los clásicos sertanejos Tião Carreiro e Pardinho, Walter Silva, que es un tío actual de joropos, William Onyeabor, Rosalía, el disco de Sabicas y Morente. Y siempre, el Rock'n'roll gumbo de Professor Longhair.