Ha llegado dispuesta a revolucionar el panorama cinematográfico mundial y hasta el momento no ha decepcionado a nadie. La española Karla Sofía Gascón hizo historia en la pasada edición del Festival de Cannes, celebrada en mayo, donde se convirtió en la primera actriz trans en ganar el premio a la mejor interpretación femenina en los 78 años de historia del certamen francés, un galardón que recogió ex aequo junto a Adriana Paz, Zoe Saldaña y Selena Gomez, el resto del elenco de actrices de Emilia Pérez, escrita y dirigida por el francés Jacques Audiard. Su revolución no se detuvo entonces y sigue dando guerra con una personalidad arrolladora que aspira a alcanzar la cima del circuito cinematográfico mundial: los Oscar.
Pero, ¿quién es Karla Sofía Gascón? Nació en Madrid en 1972, empezó su carrera actoral en España y años después se trasladó a México, país en el que se curtió en telenovelas y donde también participó en la película más taquillera del territorio, Nosotros los nobles (2013), dirigida por Gary Alazraki. Apenas cinco años después, en 2018, publicó Karsia, un libro semiautobiográfico sobre el proceso de cambio de sexo con el que anunció su propia transición. Hace apenas unas semanas, llegó a los cines españoles con Emilia Pérez, una película en la que interpreta al mafioso "Manitas", el jefe de un cartel mexicano que decide cambiar de sexo, pero también a Emilia, la mujer en la que se convierte y con la que busca otra oportunidad en la vida.
"Hubo un momento en el que tuve que parar de hacer personajes masculinos para poder continuar con mi vida sin tener que seguir retrocediendo. En este momento que ya he superado todo eso, hacer este tipo de trabajos me llenan mucho porque van en contra de lo que yo soy. Si me dicen ahora que haya el Conde de Montecristo, me pongo un bigote y chispando", afirmó con desparpajo y naturalidad durante un encuentro reducido con varios medios, entre ellos Vozpópuli, durante la pasada edición del Festival de San Sebastián.
¿Hasta qué punto el papel protagonista de una mujer trans es un acto político y reivindicativo? Para la actriz, lo que ocurre cuando se traspasa la pantalla es algo "muy importante" que no habría sucedido de no ser necesario o de tratarse de "otra época". "Hace 40 años, alguien que hubiera creado en este personaje habría pensado en un actor y en una actriz, para interpretar cada uno a uno. A nadie le habría chirriado", afirma. "Fue una dirección correcta, una decisión muy acertada, que seguramente abrirá las puertas para otras cosas y que, si no hubiese sido necesaria, nadie la hubiera tomado", ha señalado.
Actriz y bandera
Karla Sofía Gascón era la única referencia que tuvo Audiard sobre la experiencia de la transición de sexo durante el rodaje de Emilia Pérez, así que tuvo la sensación de poder hacer lo que quisiera. "Era la máxima conocedora del asunto y era la única que hablaba español. Jacques a mí me dio la libertad de crear, de ser libre en esta película y de que él luego manejara esa libertad hacia donde quería dirigir", contó la intérprete.
Si bien en septiembre aún no había llegado todo el aluvión de nominaciones que han ido cayendo, tales como los Globos de Oro, los Satellite Awards o los Critics Choice, y de premios como el de mejor actriz en los Premios del Cine Europeo -y los que están por venir-, en aquel momento, en tan solo cuatro meses, el revuelo ya había tomado una magnitud considerable, al pasar de ser una desconocida a convertirse en una de las candidatas a los Oscar. "Siempre hago una reflexión. Lo único que sacas es que esto es un juego, que te puedes divertir o hundirte como te venga el día, porque para resistir esto hay que tener valor. Desde Cannes no he parado ni un solo día", dijo entonces, cuando su éxito no había aumentado de manera exponencial y las alfombras rojas tan solo le habían empezado a "fastidiar".
"Represento algo muy bonito para muchas personas, no solo para una minoría, sino para quienes quieren vivir en libertad y hacer lo que les da la gana"
Entonces ya se sentía como "un tigre en un gallinero" con ganas de hacer ruido y, si bien reconoce ser "bandera" de un movimiento, también matiza que es algo que no ha "elegido" y afirma que tiene una "capacidad de lucha y de guerrear" que le encanta. No obstante, huye de quienes solo quieren "carnaza" porque solo le interesa hablar desde su trabajo, y carga al mismo tiempo contra quienes creen que recibe atención solo por su identidad porque cree que desvirtúa su trabajo actoral.
"Represento algo muy bonito para muchas personas, no solo para una minoría, sino para quienes quieren vivir en libertad y hacer lo que les da la gana, y que están masacrados por sus propias familias", dijo esta estrella, que a pesar de dejar estela y demostrar su carácter en cada plató que pisa (no hay que olvidar su paso por El Hormiguero o La Revuelta) no quiere convertirse en líder de nadie.