Cultura

La comedia "¡Sin paga, nadie paga!", de Dario Fo, en época de Sánchez Gordillo

El espectáculo ¡Sin paga, nadie paga!  es fruto de un encargo para el montaje en el Teatro Infanta Isabel, muy anterior a la polémica por los asaltos a los supermercados, algo que la compañía cree que no afecta ni beneficia a la obra, cuyo texto, en ningún caso, intenta justificar el robo.

¡Sin paga, nadie paga! es la revisión que hizo el Premio Nobel Dario Fo de su famosa comedia Aquí no paga nadie, y que, con los recientes asaltos a supermercados comandados por Juan Manuel Sánchez Gordillo como telón de fondo, llega a Madrid con Pablo Carbonell, María Isasi y Marina San Martín, buscando el equilibrio entre comedia y sátira política.

Tras su paso por Bilbao, el Teatro Infanta Isabel acoge desde ayer este nuevo montaje dirigido por Gabriel Olivares (Vida sexual del español medio; La importancia de llamarse Ernesto o Arte, entre otros espectáculos), y con un reparto que incluye también a Carlos Heredia e Israel Frías.

Con la subida de los precios, el paro y la crisis, un grupo de personas decide llevarse de los supermercados los productos básicos, entre ellos, Antonia (María Isasi), una mujer que, sin embargo, tiene que hacer de todo para evitar que se entere su marido, Juan, (Pablo Carbonell), cuyos rectos principios se imponen a la necesidad.

La obra está basada en la famosa comedia de Dario Fo Aquí no paga nadie, que busca el equilibrio entre comedia y sátira política.

Ambientada en Milán, Dario Fo escribió de manera visionaria esta comedia en 1974 fantaseando con un hecho que llegó a convertirse en realidad poco después (hubo quien llegó a pedir que fuera incriminado por alentar el delito de apropiación indebida).

Casi cuarenta años después, el premio nobel y su esposa, Franca Ramé, han revisado y actualizado el texto, matizando el dogmatismo de los personajes, pero manteniendo esa esencia crítica y desternillante de una comedia en la que el enredo se mezcla con las situaciones que cíclicamente padecen los más débiles en todas las crisis: desahucios, paro, abusos...

"Hemos querido estar atentos al cansancio sobre la política que impregna a los españoles. Este montaje es como una tienda de campaña: hay que tirar por los dos lados", explica Pablo Carbonell en torno al peso que tiene la sátira política y la comedia de enredo en la nueva propuesta.

El espectáculo es fruto de un encargo de los productores muy anterior a la polémica por los asaltos a los supermercados que se han producido este verano en algunos puntos de España, algo que la compañía cree que no afecta ni beneficia al montaje, cuyo texto, en ningún caso, intenta justificar el robo.

Pablo Carbonel: "Este montaje es como una tienda de campaña: hay que tirar por los dos lados".

La compañía -cuyos integrantes se enfrentan por primera vez a una obra de Dario Fo- ha trabajado con esmero para llevar el mundo italiano, cargado de referencias icónicas como las películas de Fellini y grandes actrices como Sofía Loren a una adaptación más española. Lo más difícil, confiesa Carbonell: convertir "una mandolina italiana en una guitarra española", es decir, "buscar el tono".

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