Hoy en día, cualquiera atesora, ya sea en memorias físicas como en la nube, un número ilimitado de vídeos con escenas cotidianas, íntimas, profesionales y ociosas, la mayor parte sin un valor especial. Esta costumbre habría sido considerada en otros tiempos una verdadera obsesión o podría esconder algún fin narrativo, y algo así le ocurrió al actor Val Kilmer, quien durante más de cuatro décadas registró con su cámara cualquier escena azarosa de su vida, entre los rodajes, sus ensayos o el cambio de pañales de sus hijos, que años después le sirvió a los directores Ting Poo y Leo Scott para hablar sobre la gloria, la enfermedad y la decadencia a partir de las vivencias del actor.
La cinta arranca con una escena en la que tres amigos ríen y se divierten. Entre ellos, un joven y risueño Val Kilmer que contagia su alegría y su sonrisa de dientes perfectos y mejillas tersas y duras. Segundos después, el actor invita al espectador a entrar en su casa que, de pronto, se encuentra con un Val Kilmer mayor, de tez apagada, a quien un duro tratamiento contra el cáncer de garganta le ha robado la voz. Hoy no puede hablar sin pulsar un botón en la garganta. Como en las mejores tramas, el shock al ver al actor en la actualidad es colosal.
Val Kilmer (Los Angeles, 1959) es el primero de tres hermanos. Movidos por el deseo del más pequeño de convertirse en director algún día, grabaron decenas de escenas caseras en las que se ve al actor interpretar sus primeros papeles. En el colegio, consiguió por primera vez hacer reír durante una obra de teatro y descubrió entonces cuál era su vocación, tal y como narra en esta historia su hijo Jack, que sustituye en la voz a su padre.
Así, 'Val' muestra a un artista que vivió la interpretación desde niño, a quien siempre le importaron más los papeles que el éxito, que se enamoró de su única esposa, Joanne Whalley, tras verla debutar en el teatro en Londres. Es también el hombre que lo registró absolutamente todo, desde su niñez y adolescencia junto a sus hermanos -de los cuales uno falleció, lo que marcó su vida- a sus primeros pasos en el teatro, junto a unos jovencísimos Kevin Bacon y Sean Penn, su boda o tiernas imágenes de la familia que fundó junto a , con quien tuvo dos hijos: Jack y Mercedes.
También sus grandes decepciones, como la ocasión en la que su propio padre le utilizó como avalista para iniciar una promoción de casas que, sin embargo, escondía la creación de empresas fantasma, y algunos de los momentos más tristes, al viajar hasta la casa de su madre, en Arizona, para recoger sus cenizas tras su muerte. Entretanto, el espectador asiste a los camerinos en rodajes como los de 'Top Gun', 'Batman', 'Tombstone', 'La isla del doctor Moreau' o 'Top Secret', su primera película.
Val Kilmer y la decadencia
Ya en la actualidad, Val Kilmer viaja de un punto a otro del país para promocionar su "yo pasado" y vender fotos de su "antigua carrera". Como se ve en este documental, está presente incluso en la Comic-con para firmar fotos de su papel en Batman, a pesar de haber sido el papel en el que menos aportó en su vida interpretativa, tal y como él mismo afirma. De hecho, ante una segunda parte, rechazó una golosa oportunidad que para otros actores no admite rechazo.
En la industria del cine es difícil hacer algo diferente sin acabar solo", afirma el actor
Según reconoce, "en la industria del cine es difícil hacer algo diferente sin acabar solo". "Acabo en conflicto con quienes quieren que haga cine comercial", señala el actor, a quien muchos tildaron de "perfeccionista", "caprichoso" y alguien con quien es difícil trabajar. Él, en cambio, afirma que en su carrera tan solo quiso "contar bien la historia" y se considera una persona "sensible", "inteligente" y "con alma de payaso" que en su trayectoria como actor siempre a tratado de encontrarse en sus personajes o, al menos, ha intentado buscarse en ellos.
'Val', que se estrena este viernes en los cines y en la plataforma Filmin de manera simultánea, funciona como una cura de humildad, por un lado, pero también como una muestra de la adicción por alcanzar el éxito y conseguir el reconocimiento, algo que el actor achaca a la frialdad de su madre o a la dificultad que mostró siempre por manifestar sus sentimientos, lo que le llevó a perseguir la gloria.
