Aunque su uso se remonta a miles de años atrás, en los últimos tiempos, el aceite de árbol de té ha ganado popularidad por sus múltiples beneficios. El mundo de la belleza y la salud ha caído rendido ante las propiedades de este aceite esencial que gracias a su versatilidad se ha convertido en un imprescindible cada día de más personas.
También conocido como aceite de malaleuca, su uso se remonta a la antigüedad cuando los nativos australianos lo convirtieron en base de su medicina tradicional gracias a sus numerosos beneficios.
Este aceite esencial proviene de vaporizar las aromáticas hojas del árbol de té australiano, una planta que crece en forma de arbusto. Podemos adquirirlo puro o como parte de los ingredientes de multitud de productos comerciales que van desde cremas y champús a jabones y lociones.
Además de sus propiedades, su económico precio y su origen natural han convertido al aceite de árbol de té en un admirado multiusos que merece la pena tener siempre a mano.
Propiedades y usos del aceite de árbol de té
Entre sus numerosas propiedades destacan la antibacterianas, antifúngicas y antibióticas, lo que convierten a este aceite esencial es un aliado tanto para el cuidado personal como para la limpieza más natural de nuestras casas.
Descubrimos algunos de los muchos y variados usos que ofrece el aceite de árbol de té:
- Eficaz contra el acné: gracias a sus buenos resultados contra el acné existen en el mercado cremas con este aceite entre sus ingredientes, aunque también puede usarse puro directamente sobre los granitos a tratar. Hay que tener cuidado de no aplicarlo en otras partes no afectadas del rostro ya que podría resecar la piel.
- Su poder antiséptico hace que sea adecuado para tratar heridas, ampollas y quemaduras.
- Hidrata la piel seca o agrietada y reduce la aparición de manchas. Puedes añadir unas gotas a tu crema hidratante. Además, calma la piel después del depilado.
- Alivia las molestias ocasionadas por la picadura de los mosquitos o de cualquier otro insecto.
- Combate la caspa: aunque hay champús que ya incorporan este aceite entre sus ingredientes, puedes añadir unas gotas al tuyo o aplicarlas con ayuda de un algodón.
- Añadir unas gotas de aceite de árbol de té en el champú es también eficaz contra los piojos gracias a su contenido en terpenos.
- Es eficaz para combatir la costra láctea, una dermatitis que afecta al cuero cabelludo de los más pequeños.
- Gracias a su poder antifúngico, trata los hongos de los pies y las uñas.
- Hidrata los labios evitando irritaciones y los protege de posibles herpes, acelerando también su curación.
- Ayuda a mantener una buena salud bucodental, por lo que se recomienda diluir unas gotas en agua y realizar enjuagues.
- Ayuda al fortalecimiento del cabello y a que crezca más sano.
- Es un admirado desinfectante para la limpieza de la casa: podemos añadir unas gotas tanto en el agua para limpiar, como junto al detergente de lavadoras o lavavajillas.
- Ayuda a combatir los síntomas de resfriados y gripes: gracias a sus propiedades descongestionantes, hacer vahos con agua caliente y unas gotas de aceite de árbol de té alivia la congestión nasal. Hacer gárgaras suavizará la garganta.
La toxicidad del aceite de árbol de té: contraindicaciones
Aunque el uso tópico del aceite de árbol de té es recomendado para la gran mayoría de las personas, y está reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), algunas pueden mostrar algún tipo de reacción como irritación, ardor, enrojecimiento, descamación o picazón. Para evitar estos problemas, se recomienda hacer una prueba de su efecto antes de su uso, por ejemplo en la parte interior del brazo. En caso de que se den alguno de estos efectos, se recomienda dejar de utilizarlo inmediatamente.
Pero sin duda alguna, la mayor contraindicación de este aceite es el consumo oral. Según los expertos, puede llegar a ser muy tóxico, incluso en pequeñas cantidades provocando síntomas desde la somnolencia, desorientación, falta de control muscular o menor nivel de consciencia.